¡Las mujeres de las Américas resisten! 

Las coordinaciones nacionales de la Marcha Mundial de las Mujeres de las Américas se reunieron en la ciudad de Guatemala para celebrar su primer Encuentro Regional presencial tras la pandemia de Covid-19. La CTA-Autónoma estuvo representada por Alicia Coca, quien además es la responsable por Argentina de la MMM.

Entre el 15 y 17 de octubre, las militantes de las Américas actualizaron sus reflexiones y debates políticos sobre los retos de la conyuntura. El encuentro realizado en Guatemala fue un espacio para reflexionar, debatir y organizar las luchas y resistencias «como mujeres, desde diferentes organizaciones territoriales de las Américas y frente a las múltiples crisis provocadas por el capitalismo neoliberal, colonialista, racista y patriarcal».

Participaron del encuentro compañeras de Guatemala, México, Perú y Macronorte Perú, Argentina, Quebec, Cuba, República Dominicana, Brasil, Estados Unidos, Chile, Honduras, Paraguay, El Salvador y Bolivia.

La primera jornada contó con el testimonio de las anfitrionas, las compañeras guatemaltecas de la Alianza Política Sector Mujeres, basada en las cosmovisiones de los pueblos Xinca y Kaqchiquel. Tras la pandemia de Covid-19, este espacio permitió compartir cuerpo a cuerpo las experiencias.

Referentes de cada nación participaron en la construcción colectiva de este importante círculo místico rodeado de objetivos comunes y aportes personales. Las compañeras de Quebec sumaron un pequeño símbolo que representa la lucha de las mujeres trabajadoras, broches en forma de camisetas rojas.

Durante los tres días de reunión se profundizó en los informes y se evaluó cada proceso en los que la Marcha Mundial de las Mujeres (MMM) está trabajando.

Hubo un debate especial  sobre la formación feminista, que valoró las experiencias acumuladas y los  aprendizajes de cada etapa de la Escuela Feminista Berta Cáceres MMM Américas, de la experiencia de IFOS Internacional y también de las IFOS facilitadoras. Además, se realizo un exhaustivo análisis sobre la comunicación y los temas relacionados con la dinámica internacional de este colectivo. 

Se vivió un momento especial cuando se escucharon las experiencias de lucha como mujeres de los pueblos Kaqchikel, Quiche, Xinca y Mestiza de Guatemala. La organización de las mujeres tejedoras, la preservación y defensa de sus territorios, la soberanía alimentaria relacionada a la cosmovisión de los pueblos y un sentido homenaje a las compañeras presas políticas perseguidas en dictadura.

En la síntesis de los tres días de trabajo, se destacaron las disputas por el poder y las democracias en la región, la ofensiva del imperialismo y sectores conservadores, que intentan frenar los avances de la resistencia popular de las mujeres y los pueblos.

«Estamos ante una ofensiva de la derecha global y la consolidación de los poderes fácticos en el mundo. Por ejemplo, presidentes de izquierda que terminan siendo dominados por este sistema atravesado por el poder corporativo de las transnacionales. Se instala una internacional neofascista que se está normalizando en todo el mundo».

La explotación laboral, racialización y precarización del trabajo, uberización, con énfasis en el trabajo no remunerado de las mujeres y un avance de las farmacéuticas y su control sobre los cuerpos de las mujeres, fueron otra de las denuncias presentadas en el encuentro, en este caso por la CTA-Autónoma.

Explicaron que en la pandemia, en ciertos territorios no había métodos anticonceptivos, lo que generó la obligatoriedad de la maternidad.

También, la proliferación de la violencia política contra las mujeres para reducir sus organizaciones. La violencia racista contra quienes luchan en los territorios junto a la violencia heteropatriarcal normalizada. «Mientras las oligarquías mantienen sus privilegios a costa de la destrucción de los bienes comunes».

Asimismo, se exhibió el crecimiento de la criminalización de las luchas y organizaciones sociales y el papel del poder corporativo en instancias como la ONU, OEA, FMI, Banco Mundial, en la cooptación de las luchas y conocimientos de las mujeres.

«En este contexto resaltamos nuestras estrategias y el fortalecimiento de la capacidad de acción territorial, incidiendo con el posicionamiento político de la MMM y nuestra práctica. El trabajo sobre nuestra propia agenda. En esa agenda se incluye fortalecer las acciones que garanticen el derecho a la protección social como parte de las respuestas a las políticas de la precarización de la clase trabajadora y la cuestión de los cuidados, que permite la interrelación entre producción y reproducción y el posicionar la solidaridad como principio central.

«Y además sería la formación como elemento de articulación con otros movimientos, en torno a la economía social, solidaria y feminista. Articulación con las Centrales Sindicales de las Américas, la Asamblea de los Pueblos, Jornada Continental, Alianza por la Soberanía Alimentaria, Vía Campesina, Solidaridad, Resistencia y Esperanza, Amigxs de la Tierra y demás otras mujeres organizadas. Construir con y en conjunto  con estas alianzas las resistencias a las formas actuales del fascismo y a las derechas reaccionarias.

«Nuestro posicionamiento de la economía feminista antisistemica y de ruptura, la justicia alimentaria y popular como parte de nuestro proyecto político junto a los cuatro campos de Acción, nos fortalece como sujetas políticas de transformación contra el poder transnacional.

«Seguimos en Marcha y hacemos el llamado a no poner el mercado o las mercancías en el centro sino poner la vida».

  • Texto elaborado por Natalia Blanco comunicadora, de Brasil, Alejandra Laprea, de Venezuela y Alicia Coca.
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