Una masiva movilización convocada por residentes chilenos en la Argentina, con organizaciones sociales, sindicales y políticas exigió el cese del toque de queda, el fin de la opresión y su oposición al modelo neoliberal del gobierno de Sebastián Piñera. “Este es un abrazo militante, activo y solidario con un pueblo que se rebeló ante la acumulación de injusticias”, reflexionó Ricardo Peidro, Secretario General de la CTA-Autónoma.
Este lunes el microcentro porteño se pobló de residentes chilenos, acompañados por organizaciones sociales, sindicales y políticas que repudiaron la salvaje represión que desde hace días vive el país trasandino.
Tras cuatro días de desobediencia civil contra el estado de emergencia y el toque de queda la cifra de fallecidos, al momento de publicar esta nota, asciende 17. En tanto que el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) señaló que hay 2151 detenidos, 13 con lesiones de gravedad, y múltiples denuncias de desnudamientos y torturas por parte de las fuerzas de seguridad.
Las manifestaciones se han irradiado a todas las regiones de Chile por el alza en el precio de los pasajes de metro en la capital Santiago.
La central chilena, la CUT, convocó para este miércoles a una huelga nacional “por el estallido social detonado por las alzas de la locomoción colectiva, que han puesto en evidencia la rabia contenida y el descontento por las políticas impulsadas en las últimas décadas, alzas permanentes de los servicios básicos, los estancados salarios y la mercantilización de los derechos sociales”.
En la Argentina residen unos 200 mil chilenos que este lunes dejaron claro su malestar. Mayoritariamente jóvenes y adolescentes pidieron la renuncia de Piñera, el cese de la represión y el toque de queda y la necesidad de un cambio de rumbo económico.
Los carteles de la marcha apuntaban principalmente al presidente de Chile por su frase “estamos en guerra contra un enemigo interno poderoso”. La respuesta sencilla y clara era: “No estamos en guerra”.
Los jóvenes que dialogaron con ACTA expresaron unánimemente que quien “está en guerra contra el pueblo” es el mandatario trasandino.
La CTA-Autónoma y organizaciones de base participaron de este acto en solidaridad. El secretario General, Ricardo Peidro sostuvo que “nos quieren vender que el modelo chileno no tiene fisuras, sin embargo, sabemos por nuestros hermanos chilenos el padecimiento de ese pueblo”; además afirmó que “el estallido no es de un día para el otro, es la acumulación de injusticias y también la acumulación de organización y de lucha”; y denunció que “el gobierno de Piñera utiliza formas represivas de la dictadura”.
Para la secretaria Adjunta, Claudia Baigorria, “el levantamiento popular no solo se debe al incremento del boleto de transporte, si no que es el producto de una política de opresión de décadas que lleva el neoliberalismo”; recordó que “Chile era el espejo en el cuál quería que nos mirásemos Mauricio Macri y termina en un estallido”; y destacó que “los pueblos latinoamericanos se están levantando, nuestro continente no quiere más política de opresión, sino una política de distribución de la riqueza”.
Su par, Hugo Godoy, subrayó “el apoyo incondicional a la lucha del pueblo chileno, a los estudiantes, trabajadores para seguir sosteniendo la pelea, para seguir fortaleciendo la democracia”, que sepan que “los pueblos latinoamericanos los apoyamos en una perspectiva de una Patria Grande que expulse definitivamente las políticas neoliberales de nuestros territorios”.
Desde la CTA Autónoma se repudia además la represión desatada por las fuerzas de seguridad de Macri y Larreta cuando la movilización estaba desconcentrando. Desde la Central se exige la inmediata liberación de las y los detenidos.
Fotos: Fabián Piedras y César Garzón