El secretario gremial de la CTA-A, Daniel Jorajuria, participó del 4º Congreso Nacional Ordinario da la Unión General de los Trabajadores (UGT) que debatió sobre la cuarta revolución industrial, el futuro del trabajo y la acción sindical. Además, Ricardo Patah fue reelecto presidente de la UGT para el próximo cuatrienio.
El evento, que se realizó el 30 y 31 de mayo en Praia Grande, en el litoral de São Paulo, reunió a 800 sindicalistas de todas las regiones de Brasil y dirigentes obreros de más de 20 países, como Argentina, Bélgica, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Haití, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
Previo al Congreso, la UGT realizó seminarios sobre Trabajo decente en las cadenas productivas; Violencia laboral; Enfrentamiento a la violencia de género; Genocidio de la juventud negra y sus impactos en el mundo del trabajo; El futuro del trabajo: un desafío para los sindicatos.
En diálogo con ACTA, Daniel Jorajuria, quien representó a la CTA-A en dicho Congreso, destacó: «Los debates sobre las repuestas que el sindicalismo debe dar al neoliberalismo, los cambios tecnológicos, la digitalización, el aumento extraordinario de la productividad y los riegos que este salto pueda cercenar en los derechos además de la transferencia más rápida de capitales”. En ese sentido, señaló que “tuvimos una coincidencia general en que las reformas laborales que se están dando en el mundo persiguen los mismos objetivos: quitar derechos, atacar a los sindicatos y maximizar al tope las ganancias”.
Consultado sobre la situación actual del sindicalismo brasileño, el Secretario Gremial sostuvo: “El movimiento obrero en Brasil está impactado por las consecuencia de la reforma laboral más brutal de la región que es la de (el expresidente Michel) Temer, por la detención de Lula Da Silva y por la llegada de Jair Bolsonaro al gobierno, un fascista sin escrúpulos que dijo que ’el problema no es la economía, el problema son los sindicatos’, por eso los desfinanció y ahora va por la reforma educativa y la previsional”.
En referencia a la respuesta de la UGT ante esta coyuntura, Jorajuria explicó que “este congreso les permitió reorganizarse para resistir estas políticas antiobreras que atacan la organización, la representación, la negociación colectiva y el financiamiento. En este sentido, se aprobó un cambio de estatuto con una fuerte reducción de su estructura que elimina, incluso, cargos directivos. Clamó también por la unidad como freno al fascismo de Bolsonaro”.
Durante el 4º Congreso, Jorajuria saludó “a la UGT en nombre de Ricardo Peidro, Secretario General de la CTA-A, y, además, expresé nuestra solidaridad por el sufrimiento de los trabajadores en Brasil, aunque las noticias de Argentina también son malas para los trabajadores: cayeron el empleo, la producción, la industria, los salarios. Crecieron la pobreza, el cierre de empresas, el endeudamiento externo. Perdimos derechos económicos, sociales y políticos. Solo nuestra lucha impidió que el gobierno de Mauricio Macri impusiera una reforma laboral exigida por el FMI”.
“Nos duele Brasil a quiénes lo conocimos en tiempo de Lula, nos duele el ataque de este gobierno fascista contra los trabajadores y su pueblo, nos duele Colombia, Haití, Guatemala, nos duele este mundo capitalista, especulativo y financiero explotador del hombre y del planeta y tenemos que pararlos.”, arengó el dirigente ceteatista.
Por último, la CTA-A a través de Jorajuria expresó “su compromiso para acompañar internacionalmente la lucha de las centrales sindicales de Brasil, como lo hacemos en los organismos sociolaborales del Mercosur, y como lo haremos este año en la 108° Conferencia Internacional del Trabajo en la OIT, para que el gobierno de Bolsonaro sea nuevamente sentado en el banquillo de los acusados por las violaciones de los Convenios Internacionales del Trabajo”.