Ante la tragedia ambiental y social en Brumadinho: solidaridad con afectas y castigo a responsables

Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 28 de enero de 2019

La CTA Autónoma expresa su dolor y pesar por la ruptura el pasado viernes de una represa de la empresa minera Vale S.A. en la  ciudad de Brumadinho, en el estado de Mina Gerais, producto de la cual se ha generado un desastre ambiental por la diseminación de material tóxico que afecta a varias comunidades aledañas y que provocó a su vez la muerte de 58 personas y al momento existen 305 personas desaparecidas.

No se puede olvidar que esta compañía, una de las mayores productoras mundiales de hierro, es reincidente en protagonizar un desastre ambiental en el Vale do Rio Doce y como tal debe ser castigada severamente. La posibilidad de un nuevo desastre fue denunciada en repetidas ocasiones por organizaciones de la sociedad civil como así por el Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama). Por ello, este acontecimiento es producto de la negligencia de la compañía y la desidia de las autoridades a cargo de la fiscalización y el control. Podría haber sido evitado con el mantenimiento y la inversión correcta en seguridad e infraestructura. Por este motivo, es imposible decir que se trató de un accidente, sino que fue un crimen producto de la irresponsable búsqueda de lucro a cualquier precio en que se embanderan las grandes compañías transnacionales a nivel mundial, que sólo se vuelve posible en la medida en que los gobiernos y Estados fallan en regularlo, debilitando las democracias, los derechos laborales y el bienestar popular a manos del poder corporativo.

Esta enorme tragedia ambiental y social demuestra, una vez más, la necesidad de alcanzar un instrumento legal vinculante a nivel de las Naciones Unidas, causa por el cual luchamos activamente, para poder poner fin a la impunidad de las corporaciones y responsabilizarlas por sus violaciones a los derechos humanos.

La tragedia es tanto  resultado de las acciones de la compañía Vale como de la omisión y connivencia de las autoridades públicas brasileñas en su regulación. No podemos olvidar que el actual presidente, Jair Bolsonaro, se pronunció repetidas veces contra las sanciones ambientales en el país como un obstáculo que se debe reducir.

Por estas razones instamos al Estado brasileño a investigar de forma rápida, imparcial y efectiva el caso castigando a todos los responsables así como a fortalecer la fiscalización para impedir nuevos desastres. De la misma manera, extendemos nuestra solidaridad y apoyo a trabajadores, trabajadoras, familiares y pobladores de las zonas afectadas.

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