El centro de Río de Janeiro se vistió de verde para reclamar por la puesta en marcha a nivel mundial de una impuesto a las transacciones financieras. Robin Hood como símbolo de la manifestación, centrales sindicales y organizaciones sociales brasileñas irrumpieron en el corazón financiero de la capital carioca.
El centro de Río de Janeiro se vistió de verde para reclamar por la puesta en marcha a nivel mundial de una impuesto a las transacciones financieras. Robin Hood como símbolo de la manifestación, centrales sindicales y organizaciones sociales brasileñas irrumpieron en el corazón financiero de la capital carioca.
El reclamo de un impuesto a las transacciones financieras tiene ya larga data, y ha tomado un renovado impulso desde el comienzo de la crisis económica global en el 2008, causada principalmente por los sectores financieros.
La propuesta de gravar las transacciones financieras se basa en la necesidad de redistribuir las inmensas ganancias que acumulan los grandes capitales financieros, sin aportar un solo centavo a las arcas de los gobiernos.
Con el dinero recaudado por ese impuesto se podrían solucionar una gran parte de los problemas más importantes de la actualidad, incluyendo la erradicación de la pobreza, el combate al cambio climático y la promoción de economías sustentables.
La movilización contó con la participación de los sindicatos bancarios brasileños, la Confederación Sindical de las Américas (CSA), la Confederación Sindical Internacional y el Partido de los Trabajadores (PT).
Por la CTA participaron de la manifestación el secretario de relaciones internacionales Adolfo «Fito» Aguirre y Bruno Dobrusin, asesor de la secretaria de relaciones internacionales.
(22.06.2012)