Once fueron los intentos del movimiento de solidaridad con Palestina de romper por mar el bloqueo impuesto por Israel a la Franja de Gaza en 2006. A mediados de 2011 un sólo barco pudo zarpar pero fue interceptado por la marina israelí. “Lo de Gaza no es un problema humanitario, es político”, analiza el militante francés propalestino Julien Rivoire.
Once fueron los intentos del movimiento de solidaridad con Palestina de romper por mar el bloqueo impuesto por Israel a la Franja de Gaza en 2006. A mediados de 2011 un sólo barco pudo zarpar pero fue interceptado por la marina israelí. “Lo de Gaza no es un problema humanitario, es político”, analiza el militante francés propalestino Julien Rivoire.
Julien Rivoire es militante propalestino. Francés, de 33 años, integra el Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) y fue parte de los activistas que intentaron en julio de 2011 romper nuevamente el bloqueo al que Israel somete a la Franja de Gaza desde 2006. En mayo de 2010 el barco «Mavi Marmara» fue atacado por tropas de elite de Israel que se cobraron nueve víctimas cuando la flotilla que se dirigía a Gaza. “Luego de la masacre se decide poner en marcha en Francia la 1ª campaña por Gaza, en el marco del Movimiento de Solidaridad con Palestina, con una amplia base social de organizaciones no gubernamentales, sindicatos, partidos políticos, religiosos”, explica. “Desde culturas políticas y visiones diferentes llegamos a tres puntos de acuerdo: levantamiento total del bloqueo en Gaza, responder activamente ante la crisis humanitaria y aplicación del derecho internacional”.
Rivoire de paso por la Argentina, visitó la sede nacional de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) y dialogó con el portal CTA-Internacionales sobre la historia y el futuro de las flotillas que buscan alertar al mundo sobre la situación en Gaza.
Con dos intentos por vía terrestre para llegar a la Franja de Gaza y su participación en la Segunda Flotilla de la Libertad, Rivoire es palabra autorizada para dar cuenta de este proceso político.
Para evitar las consecuencias trágicas del Mavi Marmara y las condenas internacionales que se suscitaron luego del asalto y muerte de nueve activistas propalestinos, Israel y gobiernos aliados utilizaron todas las tácticas posibles para evitar que la segunda flotilla si quiera pudiera salir de algún puerto.
Apenas doce personas de las más de 300 personas que planeaban llegar a Gaza a principios de julio a bordo de una decena de embarcaciones pudieron zarpar, la negativa de las autoridades griegas, tras una fuerte presión del Gobierno israelí, que a su vez había sido coaccionado por Alemania y Francia, dejó a los diez barcos varados: “Se confrontó ante una situación política difícil, el gobierno de Israel puso sus células diplomáticas y militares para que la flotilla no saliera; incluso Hillary Clinton (secretaria de Estado norteamericana) hizo presión sobre Turquía para que los barcos no salieran de Europa: el 13 de junio el Marmara por ‘razones técnicas’ no puede salir, en realidad fue una decisión política”, explicó este militante francés.
“Los diez barcos -continuó- estaban en Grecia para salir juntos. El Dignité-Al Karama, donde estaba yo, salió de Córcega, los otros diez anclados en Grecia y en el medio de la crisis económica. Alemania y Francia condicionan su apoyo al paquete anticrisis a que la flotilla no saliera. El 29 de junio Grecia decretó que ningún barco puede salir hacia Gaza”. “Para la militancia -remarcó- fue un golpe muy duro: por la historia de solidaridad del país, que está en sus tradiciones políticas, porque por la presión Grecia se dejó convertir en la policía de Israel”.
Además Rivoire denunció que antes del decreto “dos barcos fueron saboteados, las hélices fueron cortadas, un hecho gravísimo que si ocurría en el medio del mar podía terminar en tragedia”. Y agregó: “Fue terrible saber que el ejército israelí podía sabotear 2 barcos sin reacción de la Unión Europea a pesar de que se trataba de una acción contra un bloqueo inhumano e ilegal”.
El activista viajó a bordo del pequeño yate francés, el Dignité-Al Karama, que consiguió eludir a las autoridades griegas. Salió de la isla de Córcega el 25 de junio con la intención de incorporarse a la Segunda Flotilla de la Libertad que se preparaba en Grecia para romper el bloqueo marítimo que Israel impuso sobre Gaza en 2006. “El Dignité-Al Karama, llevaba 12 personas entre marineros y activistas, entre ellos un diputados verde europeo y el presidente del NPA. El barco cargó gasolina en Creta antes de ir a Gaza, allí nos pararon y nos arrestaron por espacio de 15 días con argumentos técnico-administrativos, pero no pudieron impedir su partida, antes de ello se cambiaron los tripulantes para que haya uno de cada barco de la campaña del mundo, con la más alta representación política, ahí me bajo yo, para que llegue al mundo este mensaje simbólico de que es ilegal el bloqueo”, relató. “Este barco de apenas 16 metros fue detenido a 50 millas náuticas de Gaza, en aguas internacionales, por tres fragatas militares de Israel. 200 militares encapuchados para 16 personas, a quienes llevan al puerto israelí de Ashdod, incluido al diputado europeo y los expulsan en 24 horas”.
Para Rivoire es necesario pensar acciones novedosas y de alto impacto para visibilizar la falta de derechos que sufren los refugiados palestinos, por eso habló de una “una campaña popular el boicot, desinversión y sanción contra aquellos países que someten a una población” y también “sensibilizar a la opinión pública y presionar a los gobiernos para que ingrese en la agenda política el bloqueo de Israel contra Gaza”.
Recordó que la campaña por la Segunda Flotilla de la Libertad comenzó “en febrero de 2011, fueron seis meses duros, hubo más de 1.500 intervenciones callejeras, encuentros, películas y otras acciones para recolectar dinero; los 700.000 euros para comprar los dos barcos se consiguieron en pequeñas donaciones, no hubo grandes aportes ni siquiera de las organizaciones grandes, se compraron dos barcos: uno en Francia y otro en Grecia, de unos 25 metros y con capacidad para 45 personas cada uno”.
Finalmente llamó a “continuar la compaña contra el bloqueo; acentuar la presión sobre los estados y su complicidad; y buscar formas nuevas o simbólicas para ampliar la denuncia contra el bloqueo”.
Con respecto al último punto dijo que “se está pensando en que pequeñas embarcaciones con personalidades puede salir desde Gaza y llegar a territorio europeo, los palestinos de Gaza no pueden, por el control israelí”.
“Lo de gaza no es un problema humanitario, es político, las mercaderías entran por túneles, los palestinos no necesitan nuestra caridad, sino su derecho a vivir, a exportar, a viajar, a recibir visitas. Si estamos de acuerdo con esto nuestra acción debe encarnar esto, por tierra, por mar, hay que imaginar mas cosas, por una causa justa políticamente”.
Para el 2012 un barco saldrá de Suecia parando en distintas ciudades de Europa y con destino final a Gaza.
(Mariano Vázquez: 05.01.2012)