CTA-Autónoma participó de la reunión de EuroLat

La Asamblea Parlamentaria Europeo-Latinoamericana (EuroLat) cerró su convención en la Argentina con un llamado al diálogo por las Malvinas. Las centrales sindicales argentinas manifestaron su preocupación por las asimetrías entre ambas regiones.

La vicepresidenta y titular del Senado, Cristina Fernández de Kirchner, fue la encargada de inaugurar el 13 de abril en el Centro Cultural Kirchner una nueva sesión plenaria de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana (Eurolat), integrada por 75 eurodiputados y 75 representantes de los Parlamentos de América Latina y el Caribe, bajo el lema «Una recuperación económica justa e inclusiva en paz». Este espacio representa  a 1.200.000 millones de personas.

Los copresidentes de EuroLat, presentaron el documento final, de 13 puntos. Se trata del representante a la Cámara del Congreso de la República de Colombia y Diputado al Parlamento Andino, Óscar Darío Pérez Pineda, y el diputado al Parlamento Europeo, Javi López, copresidentes de la Asamblea. Ambos renovaron el pedido de diálogo por Malvinas: “Queremos hacer una llamamiento a la búsqueda de una solución pacífica justa y duradera en la disputa de la soberanía de las islas”.

Ambos copresidentes condenaron la guerra en Ucrania. Sin embargo, no hubo consenso entre los parlamentarios para emitir una declaración conjunta contra la invasión de Rusia a Ucrania. Esta fue rechazada por parlamentarios del Parlasur y de la izquierda europea.

Los principales acuerdos fueron respecto a la pandemia: impulsar la recuperación y establecer que las futuras vacunas contra el Covid-19 sean universales y gratuitas. Mientras que la reconstrucción tiene que dar lugar a una economía más sostenible, más resiliente  y justa.

La asamblea terminó con una serie de aprobaciones en torno a la lucha contra la desigualdad, una mejor redistribución de la riqueza, mayor cooperación entre los bloques para la lucha por la igualdad de género. Asimismo, hizo un llamado a  retomar, lo antes posible,  la cumbre entre la Unión Europea y la Celac.

En el marco de dicha conferencia las centrales argentinas integrante del Foro Consultivo Económico y social se reunieron con sus pares del Consejo Económico Social Europeo, se trata de instituciones representativas de la sociedad civil organizada, tanto del Mercosur y como de la Unión Europea.

El intercambio se centro fundamentalmente en el acuerdo por el Tratado UE-Mercosur. Se coincidió en que era un acuerdo con tres pilares: el político, el de cooperación y el comercial.

“Hoy el acuerdo político y el de cooperación han desaparecido y solo ha quedado  el comercial y esto no debe pasar”, indicó Daniel Jorajuria, secretario gremial de la CTA Autónoma e integrante de la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur (CCSCS).

Se acordó mantener la presión sobre el Comité Consultivo Conjunto para mantener la representatividad, la independencia, la trasparencia y la  autonomía de los actores sociales.

Los representantes europeos plantearon los problemas que trae la guerra: escasez de energía, de alimentos, a lo que suma la dificultad de los refugiados.

Las centrales argentinas manifestaron su preocupación  por las asimetrías de las dos regiones. “Expresamos que no se pueden aplicar las mismas condiciones a una región como la nuestra que tiene un 50% de trabajadores en la informalidad. Argentina  industrialmente no puede dañar a Europa, pero Europa sí podría dañar a la Argentina y al Mercosur”, sostuvo Jorajuria.

“Las otras preocupaciones que nos afectan son las denominaciones de origen, la libertad de las vías navegables (que es innegociable). Sabemos que en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) celebrada en Glasgow solo se han puesto de relieve los intereses de la Unión Europea. Recordemos que el expresidente Lula manifestó que no va aceptar normas sobre medio ambiente impuestas unilateralmente por la UE”, enumeró el dirigente de la CTA-A.

A pesar de las dificultades existentes entre ambos bloques se destacó la importancia de concretar el tratado, importante para una mejor integración mundial. También se rechazaron los acuerdos bilaterales planteados por Uruguay y Brasil que llevan a la destrucción del Mercosur. Y se dijo “No” a la separación del acuerdo político, comercial  y de cooperación.

Se planteó la necesidad de fortalecer las relaciones sindicales a través del Foro Laboral constituido entre la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur (CCSCS) y la Confederación Europea de Sindicatos (CES).

Por último, se coincidió que entre Europa y América Latina y el Caribe hay lazos afectivos y luchas de intereses.

 

 

 

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