El secretario General de la CTA-Autónoma, Ricardo Peidro, disertó hoy en el IV Congreso de la Confederación Sindical de las Américas (CSA). Celebró “los avances que hemos tenidos con la CSA” y afirmó que el “internacionalismo nos llevara a la victoria”. En la apertura de la jornada envió un mensaje a las delegaciones la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
En la segunda jornada del IV Congreso de la CSA, el secretario general de la CTA-Autónoma, Ricardo Peidro, abrió la lista de oradores, tras la presentación del “Documento Base” del encuentro, al que el dirigente calificó como “una hoja de ruta basada en pilares fuertes como la PLADA (Plataforma de Desarrollo de las Américas) y en una trayectoria que desde nuestra Central estamos orgullosos de transitar” ya que son “15 años de trabajar esta unidad desde que se creó la CSI en 2006 y la CSA en 2008”.
Recordó que este “documento, que se empezó a construir antes de la pandemia y se continuó tras la crisis sanitaria, dejó expuestas injusticias y mostró el evidente poder de resistencia de nuestra clase trabajadora”.
Sostuvo que “el diagnóstico nos conmueve, pero no solo somos diagnosticadores o denunciadores, nuestro deber es organizar a la clase trabajadora para transformar la realidad, organizar a la clase trabajadora frente al poder que intenta oprimirnos, frente a esta arquitectura de las transnacionales y las patronales que quieren quitarnos derechos y salarios”.
El dirigente subrayó que “en nuestro ADN está la resistencia, representamos a la clase trabajadora, a los excluidos, a los desocupados, precarizados, pero no para representarlos en la condición de sobrevivientes que le quiere dar el sistema, sino para restituirles sus derechos y poder”. Y también destacó que el documento de la CSA privilegia “la participación de jóvenes mujeres, disidencias, pueblos originarios”
Ricardo Peidro enunció orgulloso “posiciones muy claras de la CSA y nuestras centrales en repudio a la OEA (Organización de Estados Américanos) de (Luis) Almagro y en rechazo a los bloqueos e injerencias de los poderosos contra nuestros pueblos”.
Por último, el líder de la CTA-A llamó a la “construcción de poder de la clase trabajadora”, pero advirtió que el “diálogo social sin equilibrio es imposición de los poderosos” por lo que “esta construcción de poder de la clase trabajadora es fundamental” y envió un “saludo a los pueblos que resisten, a los avances que hemos tenidos desde la CSA y al internacionalismo nos llevará a la victoria”.
Previamente, la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff envió un saludo fraternal al IV Congreso de la CSA: “Sé de responsabilidad de hablar a representantes de casi 50 millones de trabajadoras y trabajadores de 20 países, cuando derechos laborales y la propia democracia están en riesgo en nuestro continente y son dilapidados en mi país”.
Afirmó que «a lo largo del año pasado en Brasil, primero de la pandemia, decenas de millones de trabajadores sufrieron el peso del desempleo o cortes de salarios, y suspensión de jornadas de trabajo. Eso no fue debidamente compensado o mitigado por la acción del gobierno y/o las empresas».
Y denunció: «Pero ya antes de la pandemia la reforma laboral instituyó la precariedad en el mercado de trabajo. Por eso mismo la pandemia en Brasil ocurrió de una forma devastadora».