El secretario de Relaciones Internacionales de la CTA-Autónoma, Adolfo Aguirre, participó este jueves del panel de apertura de “Sindicatos unidos: un mundo que ganar, pero ¿cómo?” organizado por la Asamblea Sindical Mundial 2020, de la que son parte más de 200 organizaciones sindicales de más de 80 países. “La pandemia es la oportunidad para contraer una agenda y compromisos más ofensivos, en lugar de meramente intentar retener los derechos conquistados”, sostuvo el dirigente.
La CTA-Autónoma fue protagonista hoy del evento virtual mundial “Pandemia y más allá. Trabajadxres organizado para un futuro público común”, ideado para pensar el devenir de un mundo asolado por la pandemia del Covid19. Adolfo Fito Aguirre, secretario de Relaciones Internacionales de la CTA-Autónoma, fue uno de los disertantes en el panel de apertura “Sindicatos unidos: un mundo que ganar, pero ¿cómo?”, junto a David Boys, de la Internacional de los Servicios Públicos (PSI, por sus siglas en inglés), Sean Sweeney, académico de la Universidad de Nueva York y miembro del TUED (sindicatos por la democracia energética, por sus siglas en inglés) y a Sarah Nelson, de la Asociación de Asistentes de Vuelo de los Estados Unidos (CWA, por sus siglas en inglés)
Sweeney, quien ofició de moderador del panel, consultó a Aguirre sobre un artículo que este escribió para la Internacional Progresista (https://progressive.international/blueprint/66267869-345f-4dcb-80a2-eb05b9e44717-adolfo-aguirre-we-must-create-the-negotiating-table-from-below/en) en el cual convocaba a “retomar el control de los bienes públicos e instituciones privatizadas, municipalizar las fuentes de energía y el acceso a ellas, todos esos son elementos para la transición hacia otro modelo de producción y consumo, uno que esté basado en una relación diferente con la naturaleza y entre los seres humanos. Si queremos continuar viviendo en este planeta, tenemos que pensar en otro mundo del trabajo”.
El dirigente amplió sus conceptos: “Considero que el modo de poner en marcha esta agenda desde los sindicatos es pensar en sentido amplio la representación sindical, debemos interpelar a todos los trabajadores, a todas las trabajadoras sumidos en la informalidad y a todas las organizaciones relacionadas al trabajo. Necesitamos avanzar en democracias más participativas, donde nuestra voz tenga mayor peso”.
Agregó que “nuestra hoja ruta para pensar otro mundo del trabajo debe buscar la reorganización de las cadenas de valor teniendo en cuenta el valor social y ambiental producido”, al tiempo que consideró que “en ese camino será inevitable avanzar en una tendencia que es mundial: la nacionalización de empresas”.
Aguirre se refirió también a los desafíos de esta agenda: “Los cambios no se van a dar sin voluntad y decisión política”, subrayó, por eso llamó a amplificar “nuestra voz, hasta que se vuelva ensordecedora y para ello debemos ampliar la conciencia sobre la injusticia del sistema en el que vivimos y la posibilidad de otra globalización, de otra sociedad donde la dignidad y el bien común sean la base”.
El dirigente ceteatista también fue consultado en el panel de apertura sobre la asamblea de sindicatos que se dio en “Rio+20”, en junio de 2012, donde hubo intensos debates. Boys preguntó a Aguirre: “Durante ese debate, vos dijiste que el movimiento sindical internacional necesitaba un nuevo discurso, uno que promueva “la defensa de los bienes comunes, la necesidad de confrontar con el poder de las transnacionales, la denuncia de las instituciones de Bretton Woods (FMI y Banco Mundial) y los mercados financieros que condicionan la política. El desafío que nos queda es transformar el espíritu de la Asamblea en acciones” ¿Piensa que estamos cerca de un nuevo discurso? ¿Cuáles son las acciones que surgen de la actual crisis?”
Así respondió el secretario de Relaciones Internacionales: “Hoy, 8 años después de Río+20, las falencias del sistema de producción y consumo que ya señalábamos se agudizaron, y con la pandemia más aún. Como dijimos en el 2001 en Porto Alegre: otro mundo es posible. Y llegamos a Río de Janeiro en 2012 con el planteo que había que ir del mundo posible al mundo necesario. Por eso la necesidad de mirar más allá de la pandemia, y más allá de las crisis recurrentes del capital. La desigualdad y la concentración de la riqueza son alarmantes. Las medidas que hoy se exigen unánimemente en la pandemia, son las que venimos demandando en la fase previa. Provocar otra distribución de la riqueza, impuestos que permitan redistribuir la riqueza para fortalecer servicios públicos claves como la salud, transferencias para que todos alcancen una vida digna bajo la forma de una renta básica financiada con contribuciones de aquellos que más tienen, nacionalización de empresas estratégicas para el bien común”.
Para Aguirre “la pandemia es la oportunidad para contraer una agenda y compromisos más ofensivos, en lugar de meramente intentar retener los derechos conquistados”, a la vez que sostuvo que “nos deja como lección el papel protagónico del Estado y el sector público como garante de una vida digna” ya que es evidente “que ya no es posible un modelo de desarrollo realmente sostenible sin la existencia de servicios públicos de calidad y acceso gratuito, especialmente en lo que concierne a salud, educación, transporte y energía, son claves y esos trabajadores son más esenciales que nunca”, por eso “los invito a pensar juntos campañas y acciones para movernos hacia esta agenda”.
“¿Tenemos noción o convencimiento de la fuerza de la clase trabajadora a nivel mundial y si merecemos vivir dignamente y mucho mejor que los estamos viviendo en distintas regiones donde la desigualdad y concentración de la riqueza es alarmante y está vinculada con la muerte y no con la vida. Tenemos noción de la fuerza o creemos que somos débiles cuando somos el 99% y ellos son el 1% se queda con todo?”, inquirió.
Como cierre, Adolfo Aguirre llamó a construir una “nueva cosmovisión política con la humanidad y con la naturaleza”.
Cabe destacar que la CTA-A participa de esta iniciativa virtual como miembro del TUED (sindicatos por la democracia energética), una red nacida en el año 2012 como una iniciativa global y multisectorial que tiene como propósito avanzar en la dirección y el control democrático de la energía para promover soluciones a la crisis climática, la pobreza energética, la degradación de tierras y de personas, y responder ante los ataques a los derechos y las protecciones de los trabajadores. La CTA-Autónoma ha sido parte del TUED desde su fundación.
En tanto que la iniciativa de la Asamblea Sindical Mundial surgió ante la posposición de la COP26 (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) que iba a tener lugar en Glasgow durante 2020, donde inicialmente sindicatos de Escocia serían anfitriones de un evento paralelo de debate y acción. Ante la incidencia de la pandemia del Covid19, nació la iniciativa de celebrar una Asamblea Sindical Mundial con formato virtual.
Durante esta apertura fue valorada especialmente la amplia participación de la la central argentina como también de sindicatos de Colombia y Canadá. Asimismo, se informó como continuará con sesiones temáticas desde el 20 de agosto y hasta el 10 de septiembre, día en que se realizará un acto de cierre con masiva participación para definir próximos pasos.