Los días 5 y 6 de diciembre se desarrollo en Lima, Perú, el Foro Regional y tripartito en las oficinas de Organización Internacional del Trabajo para América Latina y el Caribe, sobre la implementación del convenio 169, referente a pueblos indígenas y tribales en la región.
El 30º aniversario de dicho convenio coincide con el centenario de OIT, lo cual constituye un recordatorio del compromiso de la organización para promover la justicia social.
Es importante destacar que las preocupaciones sobre los derechos y bienestar de los pueblos indígenas y tribales son una parte integral de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible.
En representación de la CTA estuvo presente la Secretaria de Relaciones con Pueblos Originarios, Miriam Liempe. Entre las delegaciones sindicales participantes, que incluyen la CUT de Chile, CTC de Colombia, CTRN de Costa Rica, UNSITRAGUA de Guatemala, CUTH de Honduras, CGT Perú y UNT México, la CTA Autónoma fue la única que designó a la Secretaría Nacional de Pueblos Originarios, hecho que fue destacado y reconocido por los responsables de la OIT Lima y organizadores del Foro.
El Foro tripartito estuvo precedido, como es costumbre, por la reunión de coordinación al interior de los grupos empleador y trabajador, durante los días previos.
Durante los días de trabajo tripartito, se abordaron puntos que desde la perspectiva sindical se tornan significativos para avanzar en la promoción de los derechos de los pueblos originarios en nuestra subregión.
El sector sindical reconoce la importancia de sostener en 30 años el convenio 169, así como visibilizar los derechos de los pueblos y recordar que es de vital importancia la aplicación en los Estados que lo han ratificado. Pero también pone a los gobiernos en alerta sobre los obstáculos en su aplicación, como es de público conocimiento con los hechos sucedidos los últimos años en Chile y Argentina, por ejemplo, especialmente en la Patagonia de nuestro país.
Se destacó que el convenio es un tratado internacional de derechos humanos, el cual establece un piso y no un techo, con lo cual los estados deberían promover en sus instituciones espacios de diálogo social con los pueblos, así como promover su participación en la formulación, aplicación y evaluación de los planes y programas de desarrollo.
A su vez, los representantes de los trabajadores puntualizaron la necesidad de promover investigaciones e identificación de buenas prácticas y experiencias de la implementación efectiva del Convenio 169.
También se planteó promover la ratificación e implementación efectiva del convenio en el marco del Sistema Internacional de Derechos Humanos, garantizar presupuestos y programas especiales en coordinación con otros actores, como las demás agencias de Naciones Unidas.
En ese sentido, se solicitó que la OIT cumpla el rol de fomentar el diálogo tripartito entre los Estados adherentes, en pos de la justicia social en ámbitos de buena voluntad.
El espacio de trabajadores, a su vez, ratificó la representación necesaria de los sindicatos como partícipes de procesos de formulación de normas y promoción de información a través de la elaboración de manuales o guías, que permitan el entendimiento pleno y difusión hacia las bases sindicales del convenio 169.
En el contexto latinoamericano se resaltó la centralidad de la cuestión, demandas y situación de los pueblos originarios en las movilizaciones populares que se desencadenaron en estos últimos meses del año, tanto por el respeto y reconocimiento de sus territorios, como por ser protagonistas del desarrollo sustentable de los países que habitan, con aportes de su sabiduría ancestral para el cuidado del ambiente.
Además, se presentó un informe preliminar de la OIT sobre el convenio 169 titulado “Hacia un futuro inclusivo sostenible y justo”, donde se exponen los graves índices de pobreza y falta de inclusión de los pueblos, empleos deficientes y niveles de informalidad elevados.
Dicho informe refleja el acceso de las mujeres indígenas al trabajo y describe un mundo laboral que se está transformando radicalmente, impulsado por las innovaciones tecnológicas y los cambios demográficos, medioambientales, climáticos o migratorios.
Como Central nos comprometimos para el año 2020 a desarrollar espacios de capacitación a la altura del convenio 169 con actores directos de los pueblos indígenas y ser promotores a nivel internacional de la importancia que supone fomentar que más Estados puedan contar con esta herramienta de DDHH hacia un futuro inclusivo, sostenible y justo.
*Por Prensa Secretaría Relaciones Internacionales