La protesta convocada contra las políticas anti derechos laborales y sindicales del gobierno de Sebastián Piñera fue salvajemente reprimida por Fuerzas Especiales de Carabineros que incluyó la detención ilegal de dirigentes y el intento de irrupción en la sede de la Central Única de Trabajadores. CTA-Autónoma envió carta de repudio al embajador chileno en la Argentina y emitió un comunicado de solidaridad junto a la CLATE.
Este jueves, la Central Única de Trabajadores (CUT) y otras 60 organizaciones sociales convocaron a una jornada nacional de protesta para rechazar la reforma que impulsa el gobierno de Sebastián Piñera que atenta contra el derecho a huelga y, como denunció Bárbara Figueroa, presidenta de la central obrera trasandina, “nos haría retroceder bastante lo poco que hemos avanzado en los pisos mínimos civilizatorios en nuestro país en los últimos años (…) Eso es reírse en la cara no solamente de los trabajadores sino de las organismos internacionales de los que, además, hoy día, somos parte como país”.
Las fuerzas de seguridad en Santiago, capital de Chile, se empeñaron en impedir la realización de la protesta. Apaleó a manifestantes, detuvo ilegalmente a dirigentes cutistas y gaseó su sede ubicada en Metro Los Héroes, como quedó registrado en un video difundido por la propia organización de trabajadores.
Ante esta brutal represión, la CTA-Autónoma envió una carta a Sergio Urrejola Monckeberg, embajador de Chile en la Argentina. La misiva, firmada por el secretario general Ricardo Peidro, condena y repudia “la violenta e injustificada represión que el pueblo chileno sufrió este jueves en las calles de Santiago de Chile en el marco de una protesta social contra las reformas flexibilizadoras y las políticas neoliberales del gobierno de Piñera”.
La protesta pacífica fue dispersada por el Gobierno que impidió así el libre ejercicio del derecho a expresión y protesta. Desde la CUT informaron que el accionar de las fuerzas especiales durante esta jornada provocó la fractura de rodilla de Marcos Canales, consejero nacional de la CUT.
También los dirigentes Tamara Muñoz de la Vicepresidencia Internacional de la CUT, el secretario general de la CUT, Nolberto Díaz, y el consejero nacional dirigente de las y los Asistentes de la Educación, Manuel Valenzuela, fueron detenidos.
Además de las cargas violentos, los golpes y palazos, Carabineros intentó ingresar a la sede nacional de la CUT lanzando gas pimienta directamente a la cara de los dirigentes y dirigentas sociales y sindicales.
“Es inconcebible que en tiempos democráticos se intente silenciar la legítima protesta de los pueblos contra los programas neoliberales y antisindicales que solo traen hambre, exclusión y miseria”, le recriminó Peidro al embajador chileno.
Desde la CTA Autónoma se exigió “la liberación inmediata de las y los detenidos, el cese de la persecución a la dirigencia y militancia social y sindical y el respeto por los derechos humanos de los trabajadores”.
“Nos solidarizamos con la lucha de nuestras hermanas y hermanos de la CUT de Chile por los derechos laborales y el trabajo decente para todos y todas”, concluyó la misiva de la CTA-A.