Finalizó en la ciudad de Panamá la 19° Reunión Regional de la OIT de las Américas. En la misma se acreditaron representantes de 31 países; y contó con la participación de 238 Delegados Gubernamentales, de Empleadores y Trabajadores; 20 Ministros y Viceministros.
La representación de mujeres aumentó con respecto a la última reunión del año 2014 y pasó del 32% al 37% en esta reunión del 2018. Presidió la Conferencia el Ministro de Trabajo de Panamá, experimentado en estas lides ya que había presidido la Conferencia anual en Ginebra, una de las vicepresidencias por el sector gubernamental fue para la Argentina y todo transcurrió bajo la atenta mirada del director de OIT para las Américas y de Ginebra José Manuel Salazar y Guy Ryder respectivamente.
Esta conferencia se da en vísperas del Centenario de la OIT y a diferencia de la de Ginebra que dicta normas y recomendaciones, ésta controla y enjuicia a los países que no cumplen con ellas; en las reuniones regionales se debaten tripartitamente políticas de desarrollo y empleo sobre la base de un documento presentado por el Director General de la OIT titulado “Preparando el futuro del trabajo que queremos en las Américas a través del diálogo social”.
Luego de cuatro días de debates se acordaron las siguientes prioridades que componen la “Declaración de Panamá”:
Prioridades: Políticas de Desarrollo productivo, políticas para mejorar la adecuación de la legislación laboral y la adecuación de las practicas a las normas internacionales, fortalecer la administración y la inspección del trabajo; políticas, para promover la libertad sindical y la negociación colectiva, políticas para promover la transición de la economía informal a la formal; políticas para el desarrollo de la fuerza laboral, a través de sistemas de educación y formación profesional a lo largo de toda la vida que respondan a las necesidades presentes y futuras; políticas para promover la sostenibilidad ambiental y enfrentar el cambio climático en el empleo; políticas para promover la igualdad y avanzar en mayor justicia social promoviendo una transición justa combatir la discriminación y el trabajo infantil; políticas por el respeto de los derechos humanos laborales de los migrantes, entre otras.
Un hecho relevante fue la oposición de los empresarios a que se trate como tema central el de las multinacionales, a pesar de haberlo indicado el Consejo Administración de OIT y solo quedó como un tema informativo.
No obstante lo cual, la sección informativa, el grupo trabajador alzó su voz contra ellas y sostuvo: “En cinco países de la región hay treinta y cinco empresas que tienen 4 millones de trabajadores y 70 millones más que no reconocen en toda la cadena de suministros. Según un informe de Naciones Unidas solo el 2% de ellas respetan los derechos humanos, corrompen funcionarios y destruyen derechos. Algunos gobiernos les dan más beneficios a empresas nacionales, tienen un doble estándar: En Europa respetan los derechos laborales y en América Latina no. Para ellas no hay castigo, en cambio cuando nosotros protestamos nos multan”, dijo el vocero de los trabajadores.
Otro hecho relevante es que el informe del Director General no hizo referencia al sector público y en este tema hizo sentir su voz el Presidente de la CLATE, nuestro compañero Julio Fuentes, quien criticó el regreso a las políticas neoliberales que ponen en peligro la existencia misma del empleo público eliminando puestos de trabajo y tercerizando las funciones del Estado.
En el marco del tratamiento de las medidas políticas para rediseñar las Instituciones del mundo del Trabajo Sindical y Laboral, nuestro Secretario Gremial, Daniel Jorajuría manifestó: “Nuestra Institución por excelencia es la OIT y seguiremos apostando a ella fuertemente. Institución que hoy esta perforada por cuestiones económicas y financieras”.
“Quieren derogar la Declaración de Filadelfia y su principio fundamental: El trabajo no es una mercancía. Se está hablando mucho de adaptar la Legislación Laboral al futuro del trabajo y los cambios tecnológicos. Si es adaptación es para proteger al trabajador, sí, pero si esa nueva regulación es para esconder la relación de trabajo, para flexibilizar y ampliar la libertad de las empresas, NO cuenten con nosotro», expresó Jorajuría.
«Pero todos acá han hablado de crisis económicas y financieras y sus impactos en los países, en el empleo, todos estos fracasos de las políticas económicas y quieren resolverlo con las reformas laborales», sintetizó.
Luego continúo Jorajuría, «En este sentido la OIT tiene que cambiar su rol. Además de hacer normas universales, además de enseñar el trabajo decente de hacer Inspecciones políticas a los países debe entender que hoy lo social no se resuelve solo con la normativa, hoy para resolver lo social debemos incidir en lo económico, en lo financiero».
Según el dirigente la OIT tiene que pasar a incidir, tiene que pasar a la ofensiva e incidir en esos ámbito y justamente la Declaración de Filadelfia en su capítulo ll establece que: “Le incumbe a la OIT examinar y considerar, teniendo en cuenta su objetivo fundamental (la justicia Social) para cualquier medida internacional de carácter económico y financiero y ateniendo a esos factores tomar las decisiones apropiadas. Allí es donde debe incidir», dijo.
También se explayò sobre que «no podemos aceptar que sean el mercado, los cambios tecnológicos y el capital financiero los que determinen el futuro del trabajo».
Por último los trabajadores de la CSA frente al edificio de la Conferencia realizaron un acto en solidaridad con los trabajadores de Costa Rica quienes luego luego de más de 20 días de paro por tiempo indeterminado continúan la lucha contra el ajuste fiscal.