“Vuelve octubre y, otra vez, las jornadas de luchas anticapitalistas dejan fuertes ecos en diferentes regiones y en Nuestra América”, señala la declaración de espacio de comunicación de los Movimiento Sociales Hacia el ALBA.
“Vuelve octubre y, otra vez, las jornadas de luchas anticapitalistas dejan fuertes ecos en diferentes regiones y en Nuestra América”, señala la declaración de espacio de comunicación de los Movimiento Sociales Hacia el ALBA.
El espacio de articulación de movimientos y organizaciones sociales de América Latina hacia la Alternativa Bolivariana para Nuestra América (ALBA), a través de su espacio de comunicación, informó que en octubre “realizamos marchas por el trabajo decente, contra la deuda y las instituciones financieras internacionales, contra la militarización y la ocupación de territorios, por los derechos de la naturaleza, de la mujer rural, por la soberanía alimentaria y la eliminación de la exclusión y la pobreza”.
Recordó que las acciones del 12 de octubre “tienen especial significado, pues, como en momentos anteriores, la fecha nos llama a la convergencia de nuestras batallas cotidianas por la descolonización” porque “este largo camino, de más de 500 años, en busca de la soberanía ha tenido en su historia más reciente puntos importantes como la Marcha de Resistencia Indígena, Negra y Popular en los 90; la articulación de la lucha contra el ALCA que cerró puertas a la injerencia de Estados Unidos en el territorio, y las alternativas de vida que surgen contra las elites, sus transnacionales y los dañinos impactos del capital”.
El informe también remarca la necesidad de integración frente a la crisis del capitalismo actual la que ha permitido “acumular fuerzas, extender, fortalecer nuestras iniciativas de emancipación y de bien común, a partir de la solidaridad entre nuestros pueblos” y de visibilizar “tanto las movilizaciones como las propuestas anticapitalistas y antineoliberales que son excluidas de los grandes medios”.
La agenda de los Movimientos Sociales Hacia el ALBA tiene como prioridad la situación social en Haití y el reclamo para que la misión de las Naciones Unidas (Minustah) se retire del país caribeño; el proceso de resistencia en Honduras contra el golpe de Estado; la soberanía alimentaria; la defensa de los derechos de la Madre Tierra.
“Queremos dar cobertura a la creatividad de nuestra gente y que sus voces testimonien las formas en que mantenemos viva una cultura ancestral, una identidad de la región y cómo construimos la realidad de la que sí somos protagonistas”, señaló el espacio de comunicadores, por eso “unimos nuestros medios populares, comunitarios, alternativos porque entendemos que el espacio mediático es estratégico, ya que las empresas de la información, cómplices del capital, no solo son ajenas a nuestras demandas, sino que ejercen una violencia simbólica para criminalizar luchas e ir volteando la opinión pública de espaldas a nuestros sentidos de emancipación”.