Abogado e historiador, Edgar Robles Fonnegra es dirigente del Polo Democrático Alternativo de Colombia y referente del Polo de Rosa, que reúne a las organizaciones de LGTB. Además fue asesor parlamentario de la defensora de derechos humanos Piedad Córdoba. Un activista por la inclusión social.
Abogado e historiador, Edgar Robles Fonnegra es dirigente del Polo Democrático Alternativo de Colombia y referente del Polo de Rosa, que reúne a las organizaciones de LGTB. Además fue asesor parlamentario de la defensora de derechos humanos Piedad Córdoba. Un activista por la inclusión social.
Edgar Robles Fonnegra, con una profusa agenda de encuentros con actores políticos y sociales de izquierda en Chile, Uruguay y Brasil, visitó este martes la sede nacional de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) y se reunió con el secretario de Relaciones Internacionales, Adolfo Aguirre, y su equipo. miembro de la Comisión Ejecutiva Nacional del Polo Democrático de Colombia,
Vocero del colectivo Polo de Rosa, que integra el Polo Democrático Alternativo (PDA), es además miembro de su Comisión Ejecutiva Nacional y fue asesor en temas de diversidad e inclusión social de la ex senadora Piedad Córdoba, una de las figuras más conocidas de ese país en el mundo por su lucha incansable por los derechos humanos y su aporte a la paz. Robles Fonnegra realizó aportes fundamentales en el parlamento como los proyectos de interrupción del embarazo, la defensa de tierras colectivas para la comunidad afro y la unión civil de personas del mismo sexo.
En esta entrevista con el portal CTA-Internacionales este dirigente del PDA da cuenta de la actualidad en Colombia, los desafíos de los partidos y los movimientos sociales en la región y la pelea de las las organizaciones de personas lesbianas, gays, travestis y bisexuales (LGTB).
En referencia a los cambios entre la administración saliente de un duro como Alvaro Uribe y la llegada al gobierno de Manuel Santos, su ex ministro de Defensa, en agosto de 2010 sostuvo: “Santos continúa el modelo de Uribe, solo que con distintas tácticas y estratégicas, es más sútil, genera menos polémica, pero en el fondo actúa igual que Uribe porque está acentuando el modelo de privatización y un modelo de alianzas con sectores transnacionales, donde la seguridad está basada en un acuerdo con los Estados Unidos”.
Y agregó: “Es un modelo que sigue ampliando la brecha entre pobres y ricos, con gran concentración de riqueza”.
Robles Fonnegra dice que un ejemplo de ese perfil conservador fue el “vergonzoso voto de Colombia contra la creación del estado Palestino en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, más por el contexto de toda la América latina que votó afirmativamente.
Desde el “Bogotazo”, un tiempo de protestas sociales en demandas de derechos ciudadanos que derivó en el asesinato del líder Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948 en el centro de Bogotá. Allí se inició un período insurreccional que a partir de la década de 1960 se profundiza con la presencia guerrillera (FARC, ELN, etcétera), el paramilitarismo, el narcotráfico y las fuerzas armadas: “Santos no reconoce el contexto de conflicto armado en el que estamos, esa negativa hace que no pueda haber una salida negociada al conflicto”, destaca. “Los desplazamiento de campesinos y pequeños colonos se hizo mediante la violencia y luego el estado llegó para darle esas tierras a los terratenientes, por eso no hay paz, eso implicaría devolverle esas tierras robadas a sus legítimos dueños, no pueden llevar eso a una mesa de negociación, actos hechos mediante el terror y los crímenes de lesa humanidad”.
Según registros de la Escuela Nacional Sindical asciende a 2.857 el número de sindicalistas asesinados en Colombia en los últimos 25 años: “Nuestro país es totalmente inseguro para el ejercicio del sindicalismo, ser defensor de los derechos humanos sigue siendo una proeza y, adicionalmente, los líderes sociales siguen sufriendo hostilidad y amenazas permanentes, dificultad para movilizar y para denunciar específica y oportunamente todos los contextos de opresión y cómo ocurre la persecución al movimiento social en Colombia, ya sea el movimiento campesino, el indígena, afro, sindical”.
El Polo de Rosa reúne a todas las organizaciones civiles de lesbianas, gays, bisexuales y transgénero (LGTB) afiliados al PD, califica la tarea de “sumamente complicado” por las “muchísimas amenazas, persecuciones, hasta desapariciones y muertes de nuestros líderes, desde la extrema izquierda a la extrema derecha, en zona de control de estos grupos armados”. “También -amplia- hemos tenido hostilidad de las diversas iglesias, que alimentan una homofobia estructural en la sociedad, una cultura machista, en ese contexto es mucho más complejo exigir la igualdad de los derechos; tenemos denuncias de muertos, desplazados de sus comunidades por ser personas LGTB y aunque han habido bastantes avances en las políticas LGTB en la ciudad de Bogota, que es gobernada por nuestro partido y los gobiernos de izquierda desde hace 8 años y seguirá ocurriendo por los próximos cuatro años al menos, esto contraste grandemente con el resto del país”.
Bogota, la capital del país, con unos 8 millones de habitantes, es la única alcadía del país del PD, quien ha marcado en esa ciudad una impronta de gestión en educación pública, salud, igualdad e inclusión, que no han podido perforar los gobiernos de derecha: “Bogota no es el paraíso, pero el avance está dado por ejemplo en el Observatorio de Cultura Ciudadana, cuando hace 8 años se inició el gobierno del partido había un 88 por ciento de rechazo a las personas LGTB, y hubo un giro importante en el que hoy hay un 66 por ciento de aceptación a la diversidad”, explica Robles Fonnegra.
Acerca de las sanciones en la Argentina de las leyes de matrimonio igualitario e identidad de genero, las subrayó como un “avance importante, son experiencias positivas para aprender, nosotros en Bogota tenemos ya la unión de parejas aprobada, no hemos avanzado en la ley de género todavía, y estamos avanzando en el tema de la adopción”.
Como cierre, destacó el encuentro en la CTA y dijo que es un “momento importante de encuentro entre el movimiento político y los actores sociales, siempre respetando a sus autonomías”.
(Mariano Vázquez: 18.01.2012)