Una delegación de la Organización Internacional del Trabajo OIT visitó este viernes la sede de Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma con la propuesta de incorporar a la CTA-A dentro del «Proyecto Lazos», y fortalecer la integración socioeconómica y laboral de migrantes en la Argentina.
Mariana Beheran, coordinadora nacional en Argentina de Migración Laboral y Movilidad, Francesco Carella, especialista regional de la OIT en migración laboral, y María Olave, coordinadora regional del proyecto, se reunieron con Daniel Jorajuría, Secretario Gremial de CTA-A, y con Julián Aguirre, de la Secretaría de Relaciones Internacionales, para compartir visiones y perspectivas sobre las realidades y desafíos que afrontan los distintos colectivos de trabajadores/as migrantes en nuestro país.
El Proyecto Lazos apunta a brindar a las personas migrantes y refugiadas acceso a trabajo decente en los países de acogida durante el periodo 2022-2024 y buscará implementar y coordinar estrategias en Argentina, Colombia, República Dominicana y Perú. Sus objetivos se encuentran dirigidos principalmente a la población migrante de origen venezolano, pero una de las primeras conclusiones de la reunión fue la de poder incorporar a migrantes de otros colectivos, independientemente de su país de origen. De esta manera, se podrá enriquecer el proyecto para que contemple la diversidad de identidades que hace a la migración laboral en nuestro país.
Los objetivos y resultados enunciados por el programa están estructurados en 4 líneas: 1) Mejora de la capacidad de las Instituciones de Formación profesional (IFP) para atender a las personas migrantes, refugiadas y a las comunidades de acogida; 2) Aumento de las oportunidades de empleo decente para las personas migrantes y refugiadas y sus comunidades de acogida mediante el fortalecimiento del vínculo entre los Servicios Públicos de Empleo (SPE) y el mercado laboral; 3) Capacidades y condiciones mejoradas para incrementar la empleabilidad de mujeres migrantes y refugiadas; 4) Sistemas de información e intervenciones para la integración socioeconómica fortalecidas a partir de la Cooperación Sur-Sur y Triangular.
Daniel Jorajuría relató el camino recorrido por la CTA-Aen la construción una política para los colectivos migrantes. Esto comprendió la creación de un departamento para contener, asesorar y proteger sus derechos; el impulso al acceso a la documentación, la educación, la seguridad social, la salud, la justicia; y el trabajo que se lleva adelante en los organismos sociolaborales del Mercosur en conjunto con dichos trabajadores y las demás centrales. Además, se ha resaltado la cooperación realizado con las centrales COBde Bolivia y con la CUT-A de Paraguay.
Jorajuría señaló que “la mayor migración proviene de Paraguay, ingresando a actividades como la construcción y el trabajo domestico. En segundo lugar, la migración boliviana se vuelca al área frutihortícola y textil»; en tanto que «el ingreso de venezolanos y venezolanas se inclina por la gastronomía y el trabajo de plataforma”. Por último destacó “los avances en la formación de organización de vendedores ambulantes, mayoritariamente senegaleses, a quienes habitualmente se les niega el derecho a trabajar y son blanco regular de la violencia institucional”.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha concentrado sus esfuerzos en fortalecer las capacidades de las instituciones públicas, las organizaciones de empleadores y de trabajadores, y otros actores clave del mercado de trabajo, al tiempo que promueve la importancia de garantizar los derechos laborales y el acceso a esquemas de protección social para las personas migrantes, refugiadas y de las comunidades de acogida. En esa línea la OIT, en conjunto con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), lanzó en marzo de 2021 la “Estrategia Regional para la Integración Socioeconómica de los Migrantes Venezolanos y sus comunidades de Acogida”.