El secretario gremial de la CTA-Autónoma, Daniel Jorajuria, fue el encargado de informar sobre los logros de la Comisión de Empleo en la plenaria tripartita en el Palacio de las Naciones en Ginebra en el marco de la 110ª de la Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT.
En su carácter de miembro titular y redactor de la Comisión de Empleo de la 110ª Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el secretario gremial de la CTA-Autónoma, Daniel Jorajuría, fue el encargado de dar este sábado el discurso final en la plenaria tripartita en el Palacio de la Naciones. Coronó así una destacada participación de la Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTA-A) en Ginebra, Suiza, entre el 27 de mayo y el 11 de junio.
“La Humanidad está atravesando múltiples crisis, como se ha dicho acá, pero para los trabajadores, la desigualdad y el empleo son las más graves. Tenemos 112 millones de puestos de trabajo menos que antes de la pandemia. Ustedes y nosotros sabemos que el empleo es el principal ordenador de nuestras vidas y hacia allí apuntamos”, afirmó Jorajuría.
En referencia a la situación del empleo afirmó: “Lo hemos abordado en toda su integralidad, combinando las políticas macroeconómicas, industriales, ambientales, comerciales, promoviendo la inversión pública y privada, la generación de empleos de calidad, estables, seguros y sin discriminación. Para ello necesitamos transformaciones estructurales, inclusivas en la economía de los cuidados, en la economía digital, circular y verde, en donde se fomente la transición a la economía formal”.
También demandó la necesidad de protección: “Para eso los estados miembros deberían garantizar una protección adecuada a todos los trabajadores, independientemente de su situación laboral, como así también debe garantizar la clasificación correcta de las relaciones de trabajo y prestar atención específica a los trabajadores de plataformas”.
Acerca de la desigualdad el dirigente ceteatista dijo: “Ante la desigualdad económica, el mandato a la OIT es la investigación sobre los salarios vitales a nivel internacional para que haya un entendimiento común. Los Estados deben garantizar salarios adecuados, justos y no discriminatorios, con mecanismos de ajustes mediante la provisión de los salarios mínimos adecuados”. Y añadió: “En los últimos 30 años los aumentos de salarios han sido débiles y se han desenganchado de la productividad, según la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) y el propio FMI (Fondo Monetario Internacional). Por ello nuestra Comisión reconoció que tenemos que fortalecer la conexión entre el crecimiento económico inclusivo con el empleo, los ingresos laborales y la productividad”.
Finalmente expuso sobre el mandato de la OIT: “La Organización Internacional del Trabajo deberá poner énfasis en las estrategias de financiamiento sostenibles y resolver las restricciones fiscales de los países, fortaleciendo la coherencia y la cooperación de los organismos multilaterales y regionales para el desarrollo. Estas son las políticas acordadas que necesitamos”, concluyó Jorajuria.
Cabe destacar que en el cierre protocolar de la CIT 2022 se despidió de la dirección general de la OIT, Guy Ryder. También estuvo presente su predecesor, Juan Somavía. Gilbert F. Houngbo asumirá sus funciones el 1 de octubre del corriente año. Será el primer director general de África, exprimer ministro de Togo y presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).
Ryder afirmó que la 110ª Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) se ha clausurado con una «notable cosecha de logros». Destacó que la decisión de «elevar un entorno de trabajo seguro y saludable a la categoría de principio y derecho fundamental en el trabajo» está «haciendo historia».
Resumen de victorias del Grupo de los Trabajadores
En diálogo con ACTA, Jorajuría informó sobre las mayores conquistas del sector de la clase trabajadora en la Comisión de Empleo. Entre ellas se destaca:
– Reafirmar la necesidad de un enfoque integral de la política de empleo que apunte a generar empleo pleno, productivo y libremente elegido y trabajo decente.
– Poner énfasis en la necesidad de una combinación de políticas macroeconómicas, industriales, sectoriales, ambientales, comerciales e inversiones públicas y privadas favorables al empleo que faciliten la transformación estructural inclusiva para la creación de empleos decentes, incluso en las economías del cuidado, digital, circular y verde. Y que fomenten la transición a la economía formal.
– Se ganó un mandato para que la OIT trabaje en salarios vitales. Las conclusiones establecen que la OIT debería trabajar para “contribuir a un entendimiento común” (a nivel internacional) sobre salarios vitales, y debería “realizar investigaciones y brindar asistencia a los Estados Miembros”.
– Se obtuvo el acuerdo de que los Estados miembros deben garantizar salarios adecuados, justos y no discriminatorios. Además de mecanismos de ajuste salarial mediante la provisión de salarios mínimos adecuados y la negociación colectiva en todos los niveles.
– Se consiguió el acuerdo para que los Estados miembros promuevan la calidad del empleo y aborden las formas de trabajo inseguras. Deberían garantizar una protección adecuada a todos los trabajadores, independientemente de su situación laboral. También deberán garantizar la clasificación correcta de las relaciones laborales y prestar atención específica a los trabajadores de plataformas.
– Se alcanzó el acuerdo para que los Estados miembros promuevan la regulación de los horarios de trabajo flexibles, el teletrabajo, proteger a los trabajadores por desconexión, y el acuerdo explícito de que la OIT trabajará para apoyar a los Estados miembros.
– Se alcanzó el acuerdo para que la OIT apoye a los Estados miembros a abordar los riesgos de la tecnología en condiciones de trabajo dignas, incluida la gestión algorítmica.
– Se ganó el acuerdo para que los Estados miembros y la OIT promocionen el trabajo decente en las cadenas mundiales de suministro, incluso a través de la transparencia, la diligencia debida en materia de derechos humanos, la presentación de quejas y remedios en consonancia con los principios rectores de las Naciones Unidas y la declaración de empresas multinacionales promoviendo los principios y derechos fundamentales en el trabajo, salud y seguridad, un salario mínimo adecuado, límites máximos al tiempo de trabajo y empleo estable.
– Se enfatizó en la necesidad de abordar la igualdad de género en el mercado laboral, incluida la segregación ocupacional basada en el género, mediante la promoción de la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor, y medidas para el equilibrio entre la vida laboral y personal, provisión de permisos de maternidad y parental adecuados, y cuidado infantil asequible y de calidad.
– Se obtuvo un acuerdo para que la OIT lleve a cabo una investigación sobre la inversión pública para apoyar las transformaciones estructurales en el mercado laboral, la creación de empleo y el aumento de la productividad.
– El Informe Flagship de la OIT sobre el diálogo social debería publicarse anualmente.Daniel Jorajuría junto a Karen Curtis, directora general del Servicio de Libertad Sindical de la OIT
Además:
– Se reconoció la necesidad de fortalecer las conexiones entre el crecimiento económico inclusivo, el empleo, los ingresos laborales y la productividad; de garantizar el derecho a una educación de calidad, promover el desarrollo de habilidades y el aprendizaje permanente para todos, y abordar las brechas y desajustes de habilidades; de promover la transformación estructural inclusiva y la diversificación para el trabajo decente, así como una transición justa; de impulsar la transición de la economía informal a la formal.
– Se reafirmó la importancia de un fuerte diálogo social y tripartismo en su formulación, implementación, seguimiento y evaluación de los marcos de políticas de empleo.
– Se enfatizó en estrategias de financiamiento sostenible que respondan a las restricciones fiscales de los países y promuevan la movilización de recursos en forma suficiente y oportuna.
– Se reiteró que la OIT trabajará para abordar las desigualdades, incluidas las desigualdades salariales, y abordará la discriminación en todas sus formas.
– Se acordó que la OIT fortalezca la colaboración con organizaciones multilaterales y regionales en el desarrollo y la implementación de estrategias financieras para marcos de políticas de empleo coherentes, completas e integradas en los Estados Miembros, incluso en los esfuerzos para implementar el Acelerador Global de Empleo y Protección Social de las Naciones Unidas .
– La OIT promoverá políticas efectivas y documentará buenas prácticas relacionadas con el trabajo decente para las personas con discapacidad, incluidos incentivos financieros, asistencia, ajustes razonables en los lugares de trabajo y el uso de cuotas u objetivos.
Lo que perdimos:
– No se obtuvo una referencia explícita al derecho a la desconexión, pero se logró acordar un lenguaje que pide protección para los trabajadores en caso de desconexión.
– El Grupo de los Trabajadores prefería un enfoque más crítico a la forma en que se presentan los servicios privados de empleo. El texto se refiere a “aprovechar la posible cooperación, cuando proceda” con los servicios públicos de empleo y habla de su “función complementaria”, aunque también subraya que deben regularse adecuadamente de conformidad con el Convenio 181.
Más de 4.000 delegados, en representación de gobiernos y organizaciones de trabajadores y empleadores de 177 Estados miembros de la OIT, asistieron a la 110ª CIT. La conferencia, a veces llamada Parlamento Mundial del Trabajo, se celebró en formato híbrido, entre el 27 de mayo y el 11 de junio, y el componente presencial tuvo lugar en Ginebra, Suiza.
La 111ª reunión de la CIT está prevista del 5 al 16 de junio de 2023.Grupo titular, redactores y oradores de la plenaria de Europa. África, Asia-Pacífico y América.