El Consejo General de la Confederación Internacional Sindical (CSI) realizó una reunión extraordinaria el pasado lunes 7 de marzo donde el principal tema a abordar fue la elección al cargo de Director General de la Organización Internacional del Trabajo, a fin de reemplazar al inglés Guy Rider, electo por primera vez como 10° Director General en 2012 y reelecto en 2016. La reunión ha permitido afianzar una posición común de cara a esta importante elección.
Esta elección llega en una coyuntura crucial para sentar posiciones que permitan una recuperación tras el impacto económico y social de la pandemia. Estos últimos dos años han acelerado tendencias ya visibles de avance alarmante de la precarización, la tercerización, el desempleo, y una caída del trabajo formal, proceso alentado por programas de políticas hostiles a los derechos laborales. El resultado palpable es un daño severo al bienestar de los trabajadores y las trabajadoras en el mundo y una profundización de las desigualdades. A eso se suman los desajustes traídos con la transición tecnológica y energética, y la necesidad de adaptar el sistema productivo a los desafíos que impone la crisis climática.
Todo ello reclama un rol activo de la OIT que acompañe la implementación de medidas y recomendaciones que conduzcan a una recuperación y transición con justicia social hacia un sistema que eleve la calidad de vida y proteja derechos en lugar de expulsar mayores cantidades de población.
De acuerdo al cronograma presentado por la OIT, la elección se celebrará el próximo 25 de marzo, durante la 344ª reunión del Consejo de Administración, órgano ejecutivo compuesto por 56 miembros titulares y que tiene entre sus responsabilidades la elección del Director General. Quien resulte electo/a asumirá el cargo el 1 de octubre de este año. Guiándose por los principios de diálogo social y gobierno tripartito, el proceso de elección cuenta con la participación y voto de representantes de los 3 sectores (Estados, trabajadores y empleadores) que conforman el Consejo. Los Estados miembros disponen de 28 votos, el Grupo de los Trabajadores cuenta con 14 al igual que el Grupo de los Empleadores, por lo que se necesita obtener 29 votos sobre un total de 56 para ganar la elección.
En esta ocasión, la CSI adoptó la decisión de no presentar una candidatura por el Grupo de Trabajadores. Al llegar a su fin el plazo de recepción de candidaturas en octubre de 2021, fueron presentadas 5 nominaciones de figuras con trayectoria dentro de la OIT y otros organismos multilaterales, instituciones de gobierno y empresas:
– Muriel Pénicaud, ministra de Trabajo francesa entre 2017 y 2020 y representante de Francia ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), además de ;
– Gilbert Houngbo, Primer Ministro de Togo entre 2008 y 2012, Presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola desde 2017 y ex Director General Adjunto de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), encargado de Operaciones sobre el Terreno y Asociaciones;
– el australiano Greg Vines, Director General Adjunto de Gestión y Reforma de la OIT desde 2012 hasta hoy, además de haber sido Presidente del Consejo de Administración y también Coordinador de los Estados Miembros de la OIT de la región de Asia y el Pacífico;
– el sudafricano Mthunzi Mdwaba, ex Vicepresidente del Consejo de Administración de OIT, candidato con un fuerte respaldo y promoción del sector empleador;
– Kyung-wha Kang, politóloga y diplomática surcoreana que actuó como ministra de Asuntos Exteriores de Corea del Sur entre 2017 y 2021.
Ante este panorama, los sindicatos de las Américas y África sugirieron expresar apoyo por la candidatura de Gilbert Houngbo, para reafirmar la presencia de una voz del Sur Global que a su vez contrapese a las posiciones de los empleadores. Las reuniones que impulsa la CSI se vuelven instancias importantes para afianzar posiciones firmes de parte de los trabajadores para llevar una misma voz a los procesos que guiarán a la OIT en los próximos años.