La secretaria de Relaciones Internacionales de la CUT-Chile, Tamara Muñoz, disertó ante la Coordinación Nacional de Trabajadores de la Industria (CNTI-CTAA) sobre la crisis política que se vive por tres décadas de ajuste feroz, la crítica situación sanitaria generada por la pandemia de Covi19, la respuesta represiva del gobierno de derecha ante la protesta social y la lucha sin precedentes del pueblo que abrió el camino para redactar una nueva Constitución.
Tamara Muñoz conoce de cerca el modelo económico excluyente, de ajuste y precarización heredado a sangre y fuego por la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990). La joven dirigente, además de comandar las relaciones internacionales de la central obrera más grande de Chile, la CUT, es la presidenta de la Federación de Trabajadores del Call Center, uno de los colectivos más golpeados por la avaricia empresaria y el neoliberalismo. En un conversatorio con la Coordinación Nacional de Trabajadores de la Industria (CNTI-CTAA) relató el momento histórico que vive el país trasandino que, tras meses de movilizaciones, está a las puertas de “abrir las grandes alamedas” para romper los candados autoritarios de la Constitución de 1980.
“Vivimos una crisis social que se ha agudizado con la crisis pandémica: cesantías, cierre y quiebre de de empresas se han acentuado por las políticas del gobierno de turno”, grafica Muñoz. Y contextualiza: “Después de la dictadura, el modelo neoliberal se agudizó, se privatizaron los servicios básicos: salud, educación, luz, agua, bancos, se cambió el código del trabajo para atomizar al movimiento obrero, se achicó el Estado. Un modelo que provocó el endeudamiento de la clase trabajadora”.
Relató que desde octubre una multitudinaria protesta social agita Chile: “Esta rabia del movimiento social y sindical que llevaba décadas gatilló en la rebelión de los estudiantes secundarios del 18 octubre cuando salen a la calle por el aumento del boleto de metro (subte) de 30 pesos, y que derivó en la consigna no son 30 pesos, son 30 años de políticas neoliberales que rebasaron la paciencia del pueblo, al que le habían vendido el cuento del modelo exitista chileno, el sálvate tu solo, el individualismo”.
En ese sentido, ponderó el surgimiento de Unidad Social como herramienta de lucha: “Es un conjunto de organizaciones sociales, sindicales, feministas, ecologistas y otras que luchamos contra el modelo de desarrollo vigente porque en Chile no tenemos soberanía, estamos en manos privadas y extranjeras. En septiembre de 2019, hicimos un gran paro con la consigna nos cansamos, nos unimos porque evaluamos que este segundo gobierno de derecha de Sebastián Piñera agudizó el modelo neoliberal”.
Además, la protestas estudiantiles del 18 de octubre 2019 “fueron reprimidas fuertemente y eso generó la solidaridad del pueblo que despertó de un letargo de más de 30 años. Pensamos que no iba a suceder y sucedió”.
La secretaría de Relaciones Internacionales de la CUT marca como una bisagra en este proceso de lucha el paro nacional del 12 de noviembre, que movilizó a dos millones de personas, y que califica como “una huelga nacional histórica que no se había visto en mucho tiempo”. “El parlamento y el gobiernos se asustaron. Se produce el acuerdo del 15N para realizar un plebiscito, que se realizará el 25 de octubre próximo mediante dos mecanismos: una Convención Mixta (mitad miembros del actual Congreso, mitad electos por la ciudadanía), una Convención Constituyente (100% elegidos por el pueblo), nosotros estamos por esta segunda opción y vamos a presentar candidatos propios, queremos que en el nuevo texto poner en el centro el valor del trabajo, la soberanía y los recursos naturales. Estamos trabajando en el proceso constituyente en los territorios, los sindicatos, los cabildos”.
Sobre este largo camino de casi un año, Muñoz señala que las constantes “violaciones a los derechos humanos siguen impunes hasta ahora” y cita los casos emblemáticos de Gustavo Gatica y Fabiola Campillay “trabajadores que fueron brutalmente agredidos por Carabineros, perdieron la vista y las instituciones judiciales se han demorado en resolver ambos casos a pesar de tener las grabaciones”. Según datos del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), más de 30 personas fueron asesinadas durante las protestas. Además, en estos once meses se han presentado 2.499 querellas. Son 460 las víctimas de trauma ocular.
Para colmo, con la excusa del Covid-19 “el gobierno aplica un estado de excepción con toque de queda que ya lleva siete meses, el más largo de América Latina. Lo hacen para bajar la movilización social”. Además, “Piñera aprovechó para avanzar sobre los derechos laborales, ya contabilizamos unos dos millones de despedidos. Por eso ha habido un gran número de ollas y comedores populares como nunca antes gracias a la solidaridad y la autogestión de los movimientos sociales, vecinales, deportivos y sindicales y no por ayuda estatal. Lo que más se padece en el Chile de hoy es el hambre por las mala políticas del gobierno que solo piensa en los ricos”, grafica.
Por último, Tamara Muñoz valoró el avance y rol de la CNTI e informó que la CUT avanzó en su último Consejo en organizar “a los trabajadores por ramales de la producción, algo novedoso para pensar en el futuro, para avanzar en la industrialización del país porque la industria con el modelo neoliberal ha muerto”.
En nombre de la CNTI, Alejandra Angriman, secretaria Administrativa de la CTA-Autónoma y dirigenta de los sindicatos farmacéuticos (AAPM-CTAA), destacó que desde “hace dos años estamos trabajando sobre la importancia del litio como eje para la soberanía, el trabajo y la producción ya que las transnacionales van a venir por este recurso”. Y convocó construir “organizaciones con mayor poder, no solo para resistir sino para poder avanzar y confrontar con el capital y las grandes transnacionales que siempre intentan definir las perspectivas para nuestro continente”.
Asimismo, Adolfo Aguirre, secretario de Relaciones Internacionales de la CTA-A y coordinador nacional de la CNTI convocó “a la clase trabajadora a pelear por Triangulo del Litio (Argentina, Chile y Bolivia) que beneficie a los pueblos”. Y subrayó: “CNTI es iniciativa para trabajar con nuestros vecinos para cuidarnos ante esta ofensiva represiva neoliberal, para preservar lo que tenemos y avanzar sobre el derecho soberano a desarrollarnos en cada uno de nuestros países”.