Paraguay se encuentra en uno de sus puntos más altos de conflictividad social, las calles de Asunción se encuentran desde hace más de dos semanas con múltiples acampes de campesinos en toda la capital.
El movimiento de campesinos y cooperativistas se encuentra apoyado por el movimiento sindical de estudiantes universitarios y secundarios enlazados en una coordinadora intersectorial.
A pedido del gobierno y con la promesa de créditos otorgados desde el Ministerio de Agricultura por medio de bancos privados incitaron a la producción de la Chia como el futuro de los campesinos; los créditos fueron otorgados pero el precio de mercado de la Chia se desplomo, y sin apoyo del gobierno los cooperativistas se encuentran a punto de perder sus propiedades por no poder hacer frente a los créditos otorgados por los bancos. La suma alcanza los 6,5 millones de dólares.
El gobierno neoliberal de Cartes está caracterizado por la corrupción, subsidiar a empresarios socios del poder y otorgar toda clase de facilidades a las multinacionales del agro-negocio y de tener una política de expulsión hacia los campesinos y pequeños productores.
A esto se le suma los reclamos de docentes y estudiantes que solicitan la destitución de la actual minisitra de Educación y el aumento del presupuesto para una educación de calidad.
Los Universitarios piden una reforma Universitaria urgente .
Los trabajadores del transporte piden mejoras de condiciones de trabajo con salarios dignos.
Los trabajadores de la salud tanto auxiliares como profesionales reclaman una mejor calidad de la salud publica e inversión edilicia y mejoras salariales.
También se conformó un sector ciudadano auto-convocado que dice basta a la corrupción y pone el acento a los en los niños y adolescentes que se pueden apreciar trabajando en la en las calles de Asunción.
Esta situación es continua con un escenario muy complejo, donde cada conflicto es manifestado por los distintos sectores en las calles.
Decenas de miles de agricultores paraguayos exigen dar fin a privilegio de los bancos y la agroindustria
«Horacio, Horacio fuera del palacio,» entonaron miles de manifestantes acampados frente al Congreso nacional de Paraguay exigiendo medidas de apoyo a la agricultura campesina, familiar e indígena, y el final del privilegio dado a los bancos y la agroindustria.
Provenientes de todas las regiones del país, concentradas bajo lonas que enfrentan el calor abrasador de la capital de Paraguay, permanecen rodeando hace dos semanas el palacio de gobierno exigiendo la cancelación de las deudas, la modificación de la ley de cooperativas y la legalización de los asentamientos completamente paralizados por el presidente Horacio Cartes.
Miembro de la coordinadora intersectorial que impulsa las protestas, Elvio Benítez se quejó de que «Cartes actúa como un idiota útil.» «Su gobierno actúa para reforzar los bancos y las grandes empresas extranjeras como Monsanto y Cargill, las transnacionales que contaminan el suelo y dejan a los campesinos sometidos a deudas.” Élvio hizo hincapié en que «las personas tienen el derecho constitucional a levantarse y reclamar que las instituciones del Estado funcionen. Nos esforzamos para trabajar sobre la base del interés común y no de unos pocos privilegiados como hace esta política mafiosa», dijo.
Declaraciones de representantes del gobierno, arrojaron combustible al fuego que se extiende desde el campo a la ciudad. Cartes dijo que los agricultores son «sinvergüenzas, oportunistas y vagos que no les gusta el trabajo.» Condenando a los manifestantes por solicitar la subvención. Pero el hecho es que mientras el gobierno aprobó recientemente a los empresarios del sector del transporte US $ 25 millones, los agricultores reclaman sólo $ 6,5 millones.
El Ministro de Agricultura, Francisco de Vargas, fue más allá, amenazando abiertamente a la seguridad y la vida de los agricultores, alegando que estaban «buscando el caos» tratando de «provocar una nueva Curuguaty». Marina Kue, de Curuguaty, el 15 de junio de 2012, mató a 17 personas -11 sin tierra y seis policías- “después de una “supuesta confrontación» con la única finalidad de elevar a juicio político a Fernando Lugo. El juicio, que todavía está en curso intenta condenar a los agricultores sobrevivientes a 30 años de prisión, mientras que ninguno de los 324 agentes que participaron o sus superiores,se encuentran procesados.
Ernesto Benítez líder campesino afirma que: “La tasa de interés que cobran los bancos es muy alta, lo que impide el pago de las obligaciones a los pequeños agricultores y esto obliga a que tengan que entregar sus pequeñas parcelas de tierras y abandonar su medio de subsistencia”. “De los aproximadamente 40 millones de hectáreas del país, sólo tenemos dos millones en manos de pequeños agricultores cuyas propiedades son de aproximadamente unas 20 hectáreas. Eso hizo que las grandes empresas de la agroindustria, saquearan recursos y tierras orientada a la exportación. Paraguay hoy alimenta a 80 millones de personas en el mundo, mientras que nuestras personas sufren de los altos precios de los alimentos y la expulsión de cientos de miles de familias del campo», concluyó Ernesto-
Fuente: Severo Leonardo CUT Brasil desde asunción Paraguay
Nicolás Honigesz
* Equipo de Comunicación de la Secretaría de Relaciones Internacionales de la CTA