En Ginebra, Suiza, se desarrolló la Conferencia Internacional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Estuvo presente, integrando la delegación de la CTA Autónoma, José Rigane, Secretario Adjunto de la CTA Autónoma y Secretario General de la FeTERA a quien decidimos entrevistar para conocer qué se está debatiendo en ese importante foro internacional.
-Estaba mirando el detalle de algunos temas que se están tratando ahí en la Asamblea de la OIT y digo que algunos tienen que ver con la realidad del movimiento obrero en la Argentina pero otros, están más cercanos a las reformas que se están desarrollando en Europa, ¿no?
– Sí, efectivamente. En realidad, la globalización hace que las iniciativas políticas unifiquen la situación de los trabajadores a lo largo y lo ancho del mundo. Porque lo que generan esas políticas son situaciones similares, que se desarrollan, quizás, con diferente intensidad y diversificación en cada país, pero que el contenido, en esencia, son exactamente iguales. Es un ejemplo el tema de la precarización, la flexibilización, los asuntos vinculados a imponer restricciones de los gobiernos al desarrollo de las iniciativas que tienen que ver con derechos fundamentales como el derecho de huelga o la posibilidad de movilizarse. Cuestiones que sorprenden por el desarrollo y la magnitud, pero que existen y obviamente, unifican a los trabajadores y a los posicionamientos que hay que adoptar en una entidad tripartita, como es la OIT, en la que se disputa el poder.
-Claro, parece mentira, estamos hablando de 10 de junio del año 2015, ya hace 3 lustros que se inició el siglo XXI y estamos hablando de gobiernos en el mundo que pretenden recortar el derecho de huelga y de manifestación de los trabajadores.
– Bueno, es así. A ver, estamos en Suiza, en Ginebra, uno presupone que aquí es el primer mundo y que aquí este tipo de problemas vinculados al bienestar social están resueltos, sin embargo, los sindicatos suizos están luchando en virtud de tratar de poner límite a las decisiones gubernamentales que tienen por objetivo, por ejemplo, impedir el desarrollo de las movilizaciones. Ahora, uno se gira sobre sus pasos, mira Argentina y se ubica en Mendoza, caso que hemos traído a la OIT para denunciar como la capital de dicha provincia tiene restricciones para la movilización. Si uno se moviliza y no notifica previamente, le aplican multa. Pero además, tiene restricciones sobre todo para los empleados públicos para desarrollar y ejercer el derecho de huelga. Con lo cual, también, los trabajadores de las organizaciones sindicales que llevan adelante estas iniciativas deben pedir permiso. Pero eso también pasa en El Salvador, en Chaco y así podría seguir enumerando este tipo de situaciones, que conlleva a que estemos en el marco del desarrollo de la Conferencia Internacional, donde en el fondo lo que se está cuestionando por parte de los empleadores es el derecho fundamental de huelga. Esto es una cuestión que viene creciendo desde 2012 a la fecha, de manera significativa, preocupante y por eso lleva a los trabajadores de las distintas centrales sindicales, a proponerse iniciativas que pongan límite y freno a esta decisión de los empleadores y sobre todo de los gobiernos.
-Sí, es tremendo como se lo plantea, porque evidentemente, los gobiernos avanzan porque debe haber presiones de las corporaciones internacionales para que esto ocurra desde lo político.
– No, sin lugar a dudas, es increíble, digamos, hay temas que quizás duelen más que otros, entonces, nos encontramos con el trabajo forzoso o trabajo esclavo en pleno siglo XXI o con el trabajo informal, precarizado… por eso hay un tema, entre los tres, cuatro temas más importantes de la conferencia, está el tema que se viene desarrollando hace bastante tiempo, el paso de la economía informal a la formal. Porque tiene que ver precisamente, con las iniciativas políticas que van en búsqueda de la rentabilidad, sobre todo de los grupos multinacionales, en el menor tiempo posible. Y para eso necesitan, digamos, tener las condiciones que viabilicen y posibiliten el desarrollo de obtener ese objetivo de mayor rentabilidad. Aquí nos enteramos, por ejemplo, que el país donde se producen más cantidad de autos, es México, pero claro, el costo de la mano de obra en México es la cuarta parte del costo de mano de obra en Alemania. Hay una razón fundamental por la que los autos se fabrican en México, porque hay una presión que tiene que ver, directamente, con la presión de las empresas multinacionales que se dedican a este rubro. O sea que estas iniciativas políticas tienen que ver, también, con la idea, la iniciativa, el desarrollo de mercantilizar todo lo que sea posible, en el marco de una crisis muy profunda del sistema capitalista, que afecta a los distintos países de distinta manera. De esto no se escapa Europa, ni el movimiento obrero europeo.
-Es cierto, bueno, lo de México, el caso mexicano, está bien traerlo a cuento, porque cuando aquí en 2005 se realizó, justamente hace un ratito estábamos hablando de la Cumbre de las Américas, en 2005 quedó bien retratado cuál era el caso mexicano con las maquilas, ¿no?, es decir, todo el proceso norteamericano de producción cruzaba la frontera, porque cruzando la frontera se armaba con lo que se producía en Estados Unidos, por la mano de obra barata y precisamente, por todo lo que se estaba planteando.
– Usted sabe que en México está desarrollándose una iniciativa que va creciendo, que son los contratos de protección patronal. Uno escucha esta definición, este nombre y no entiende muy bien, ¿Cómo un contrato de protección patronal?, bueno, esto está acorde con el desarrollo de pautas legislativas en México, que habilita y posibilita, sin uso de abogado, que establezca un convenio colectivo con una empresa, que lo firme sin que intervengan absolutamente para nada los trabajadores. Parece una fábula, pero esto es real y concreto, existe. Nosotros hemos tenido la posibilidad de verlo, inclusive, creo que nos vamos a llevar una copia, porque es lo que se está desarrollando, iniciativas políticas que van en búsqueda de mayor flexibilización y sobre todo, de quita de derechos de los trabajadores en términos casi absolutos. La verdad que sorprende, porque como Ud. bien decía, estamos en pleno siglo XXI, en pleno desarrollo y todavía tenemos rémoras que pertenecen a por lo menos 200 años atrás.
-Sí, me vienen algunas figuras de la época de la colonia… como la Mita, Yanaconazgo y algunas cuestiones más. José, ¿Qué noticias le llegaron allí, a Ginebra, Suiza, del paro de ayer en Argentina?
– No, verdaderamente, nosotros muy contentos, muy satisfechos, porque las noticias que nos llegan es que el paro ha sido contundente, en todo sentido, con muy buena participación y compromiso de la gente, de los trabajadores y es una respuesta que tiene que ver, precisamente, valga la redundancia, la falta de respuesta por parte del gobierno a determinados planteos que se viene suscitando, no desde ahora sino desde hace ya varios años y que no tienen no solo respuesta sino que no tienen un ámbito en el que se pueda dialogar para tratar de encontrar soluciones, aunque sea de carácter parcial, progresivas, para terminar obteniendo resultados distintos a los que se viven. Hablemos del salario mínimo, vital y móvil, hablemos del 82% para los jubilados, hablemos de una cuestión que también uno aquí puede comprobar que se desarrolla en el mundo, que son las leyes antiterroristas y que luego se utilizan como justificativo para que el movimiento obrero y los movimientos sociales no puedan manifestarse en función de sus reivindicaciones. En fin, lo del 9 de junio ha sido, realmente, una adhesión muy significativa, muy importante y honestamente, ojalá que no se tenga que seguir por este camino. Ojalá que haya una respuesta como para empezar a encaminar esto desde el ámbito del diálogo y no seguir, digamos, en este proceso de confrontación. Yo quiero aprovechar esta oportunidad para decir que nosotros no es que paramos contra el gobierno, nosotros paramos contra las políticas del gobierno que afectan los intereses de los trabajadores, llámese impuesto a las ganancias, lo que se trata el salario como ganancia, que no lo es o tenga que ver con los planes sociales, que no se modifican en los últimos años. Tiene que ver con las políticas sociales, no tiene que ver con ninguna intencionalidad respecto de la permanencia del gobierno en términos democráticas.
-¿Expectativas de apertura, de diálogo con el gobierno muy pocas, no?
– Sí, uno si tiene que basarse en lo que ha venido sucediendo, claro que sí. No se pueden tener muchas expectativas porque el gobierno ha hecho oídos sordos permanentemente y por momento, ha tenido un posicionamiento ante el movimiento obrero, digamos, muy duro. Algunas expresiones de la Presidenta recientemente, haciendo algunas comparaciones con España. Con el proceso inflacionario, con el pedido de aumento salarial. Nos parece… son cuestiones mucho más que desafortunadas. Y, claro, al ver eso, al escuchar eso, es cierto: hay poca expectativa de que podamos tener una respuesta que nos permita estar en una mesa de diálogo para intentar encontrar soluciones, aunque sea progresivas y parciales, pero que nos habiliten a transitar la posibilidad de ir resolviendo los problemas que están planteados.
-Desde esta conferencia anual de la OIT, la número 104, ya habló de algunos temas que se trataron. ¿Cuáles son los desafíos que se plantea esta conferencia de la OIT para el futuro del trabajo en el mundo?
– Bueno, la OIT está por cumplir 100 años, en 1919 fue creada, así que está a punto de cumplir 100 años y lo que se está intentando es establecer las bases de una conferencia internacional en la que se pueda discutir el futuro del trabajo. Pero en ese marco lo que hoy prima en cuanto a contenido, sobre todo en la Comisión de Normas, de la que estamos participando nosotros en forma permanente, es la defensa del Derecho fundamental de huelga. Es decir, un ejercicio que los empleadores vienen bregando desde el 2012 a la fecha para intentar no sólo ponerle límite y, si fuese posible, ni siquiera mencionarlo. Y esta es una situación que, obviamente, no sólo preocupa sino que genera reacciones. En este momento, ya más de veinte centrales sindicales del mundo hemos firmado la declaración en defensa del Derecho fundamental a huelga y, seguramente, en el transcurso del día de hoy estaremos distribuyéndolo a todos los delegados presentes, tanto de los ámbitos gubernamentales como patronales y del movimiento obrero.
-José, ¿qué análisis hace de esta conferencia? ¿Qué tenemos como derecho los trabajadores en la Argentina y qué tienen en el mundo? ¿Hay alguna diferencia?
– Recién acabo de tener una reunión con una las centrales japonesas. Y uno puede comprobar en términos generales las problemáticas no dejan de ser similares. Dentro de esos problemas, la precarización es el tema más significativo e importante porque se lo utiliza como un instrumento para que generar las condiciones de que no se posibilite el desarrollo de la organización de los trabajadores. Pero obviamente que nosotros en algunos aspectos estamos bien posicionados y en otros, tenemos retrasos. Por ejemplo, en lo que tiene que ver, en nuestro caso en particular, que estamos organizados y vemos que hay otras experiencias en el mundo en relación a la filiación directa de los trabajadores a las centrales sindicales, cuestión que en Argentina, hasta hace 20-22 años atrás se puso en marcha la CTA y no existía. Solamente, se afilian trabajadores en relación de dependencia y a través de sus instituciones, los gremios que las organizan. Hoy por ejemplo, comprobamos que en Japón existe una central que tiene como iniciativa este procedimiento: afiliación directa, aparte de las organizaciones sindicales como instituciones. Pero, al mismo tiempo, esto es como consecuencia de la existencia de trabajadores que están precarizados en el marco de la economía informal, contratados, subcontratados, y otros de los parámetros que se discute a nivel OIT es el tema del salario mínimo. Hay países que no están de acuerdo, gobiernos que no están de acuerdo en tener salarios mínimos y hay salarios en el mundo en los que el salario mínimo se establece por semanas, se establece mensualmente o por hora. Estas son cuestiones, para nosotros que estamos en una mecánica absolutamente diferente, que el salario mínimo se establece por períodos anuales, es una situación absolutamente diferente. Y también los mecanismos de participación: no son exactamente iguales. Si bien el instrumento asambleario existe en todos los ámbitos, su desarrollo, su convocatoria y forma de participación se puede verificar, digamos, respecto de nuestro modelo sindical existente, en su nacimiento como lo que nosotros expresamos como modelo sindical nuevo desde la CTA.
Fuente: www.radiobrisas.com.ar
* Federación de Trabajadores de la Energía de la República Argentina.