La CTA se encuentra en la 20ª conferencia de Cambio Climático con una delegación integrada por Joaquin Turco y Maite Llanos de la secretaria de Internacionales de la CTA, Alicia Coca (Sitosplad-CTA) y Diego Ledesma Presidente de la UST.
Antes de abordar la última semana de la 20ª Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático, durante el fin de semana tuvimos una agenda bastante intensa.
Por la mañana, en la habitual reunión de coordinación sindical, nuestr@s compañer@s que ya se encontraban en Lima comentaron distintos encuentros con negociadores, y con la secretaria de la Convención.
El balance tiene luces y sombras. La lenta capitalización del Fondo Verde del Clima, aunque todavía existan incertidumbres con relación a como se va distribuir el dinero, resultó una de las novedades positivas.
Con relación al texto que se está trabajando en el ámbito del ADP para conformar el nuevo Protocolo que deberá ser firmado en París en 2015, las visiones son distintas.
Por un lado, algunos negociadores como el jefe de delegación Brasilero, expresaron optimismo respecto al trabajo llevado hasta el momento, mientras que otros fueron más cautos, especialmente porque el documento sigue abierto a la discusión y se advierten muchas posiciones encontradas.
Nuevamente muchos de los países en desarrollo apoyaron que se incorporen referencias a los principios y disposiciones de la Convención y en especial, que el nuevo acuerdo mantenga la división de países Desarrollados /En Desarrollo. Esto fue rechazado por Japón y EEUU por lo cual sigue sin definirse.
A esta altura, es importante tener en cuenta que el contenido del documento que se está negociando es especialmente débil con relación a las cuestiones que hacen al mundo del trabajo y no incluye el concepto de Transición Justa (TJ).
Esta situación muestra un avance nulo con relación a Varsovia en las cuestiones sociales y nos pone en una situación difícil, debido al escaso tiempo de maniobra con el que contamos para conseguir que, alguna de las Partes, haga suyo nuestro reclamo y lo plantee a alguno de los co-Presidentes del ADP. En este sentido y teniendo en cuenta que la semana entrante se renuevan los Presidentes del grupo, el compromiso asumido por todos fue el de contactar a los negociadores de nuestros países y requerirles que les planteen a las nuevas autoridades, la necesidad de incluir del concepto de TJ en el nuevo texto.
Las actividades de la delegación durante el sábado continuaron con un encuentro con representantes de ONGs para evaluar la posibilidad que existe para que Sindicatos y esas Organizaciones, coordinen esfuerzos en la búsqueda de mejores condiciones de trabajo en empresas de energías renovables.
Fue un encuentro interesante donde se pudieron comprobar los distintos enfoques con que las ONG abordan el tema.
Finalmente durante el domingo, junto a todos los integrantes de la delegación sindical internacional, se plantearon y expusieron las distintas estrategias que se están llevando adelante para abordar la problemática del cambio climático y l@s Compañer@s de las centrales Francesas, nos informaron como estaban coordinando y delineando, junto a otras organizaciones de la Sociedad Civil, las actividades que los Sindicatos realizaremos, con esas organizaciones, durante la COP 21 de París.
A horas de comenzar el último tramo de la Conferencia y con las autoridades nacionales en viaje hacia Lima para comenzar lo que se denomina “Segmento de alto nivel” (El tramo más político de la Conferencia), recordamos que hace doce meses, junto a otros miembros de la Sociedad Civil nos retirábamos de Varsovia (COP 19) porque veíamos que la inacción de los países no podía ser legitimada con nuestra presencia.
Hoy en Perú, a pocos días de cerrar la COP seguimos frente a un documento débil y abierto, donde la falta de contenido social del texto de negociación no es más que el reflejo de la visión miope y reduccionista con la que la Convención enfoca la problemática del Cambio Climático, simplificándola a un mero flujo de energía o una cuestión termodinámica, aislándola del contexto social donde se manifiesta.
Esto, sumado al trato especial que está teniendo el grupo que aglutina a los empresarios, sigue evidenciando la influencia de los grupos económicos en la toma de decisiones, por lo cual, la omisión de las cuestiones sociales ¿podría ser una estrategia de legitimar nuevos ajustes sociales, amparándose en la problemática del cambio climático?