Desde la Secretaría de Relaciones Internacionales de la CTA, tuvimos la oportunidad de conversar con Fernando Gamberra, Secretario de Relaciones Internacionales de PIT-CNT del Uruguay sobre las expectativas a las elecciones presidenciales que se realizaran el domingo 26 de Octubre.
El frente Amplio ganó su elección en el año 2004 de la mano de Tabaré Vázquez, rompiendo con la hegemonía del Partido Colorado y el Partido Nacional. En el 2008, Pepe Mujica hasta la actualidad es quien le dio continuidad al proyecto del Frente. Hoy Tabaré vuelve como candidato de esa fuerza, donde se espera una de las elecciones mas reñidas de la ultima década.
-¿Qué evaluación haces de las elecciones y de la gestión del Frente Amplio en los últimos 10 años?
En primer lugar quiero empezar diciendo que el movimiento sindical tiene en su historia una definición de autonomía e independencia de todo partido y de todo gobierno, lo cual hace que nosotros seamos muy cuidadosos de esa historia que traemos de generaciones anteriores. Sin embargo, esto no impide que hayamos acuñado una definición que se sintetiza en la frase: somos independientes pero no indiferentes. Fuimos protagonistas en estos últimos 10 años, desde el 2005 hasta la fecha, con mas 60 leyes laborales que fueron impulsadas por el movimiento sindical de Uruguay. Se logró un incremento, por medio de la negociación colectiva y la mesa del salario, de más del 50% del salario real y el salario mínimo que empuja al resto de las negociaciones creció casi 100% en los últimos 10 años. Se lograron leyes muy importantes como por ejemplo las del foro sindical. En este contexto, la central creció de una membresía de menos de 100.000 a más de 350.000 en una población activa de un millón y medio, es decir que triplicamos el número de afiliados, lo cual nos da una presencia y protagonismo muy importante. Algunas de las reformas como la Ley Fiscal, donde pagan más los que más tienen, la reforma de salud que establece un piso mínimo de cobertura a todo el conjunto de los uruguayos: todas estaban contenidas dentro del programa de la central de trabajadores, por lo tanto valoramos estos 10 años como fundamentales para los trabajadores y tiene que tener continuidad para ir por más.
– ¿Cuáles son los desafíos de acá en adelante? ¿Qué le exigen al partido que gane?
Es verdad que cuando los gobiernos tienen resultados positivos y continuos y mejoran la calidad de vida, la sociedad en su conjunto eleva a su vez el umbral de demandas y esto puede estar explicando algunas de las cifras que hoy se manejan en las encuestas. Esto obliga a que la izquierda mejore su programa y que se discutan y sean efectivos cambios más profundos. Lo más paradójico es que en base a eso, la opción de la gente fuera por la derecha que se presenta como una derecha moderada “light” o “edulcorada”, no discute ni presenta programas, solo es el relato de que “vamos a dejar lo que está bien” pero si mínimamente se interpela ese relato, los trabajadores sabemos que hay una clara posición de derecha que divide al país en dos bloques, en el bloque alternativo progresista para los cambios y el de la derecha con resto de los partidos. Esto nos llevo a que los trabajadores tengamos un mayor protagonismo. Hace dos meses realizamos un paro general para dejar bien claro que no estamos dispuestos a retroceder en lo que obtuvimos y que ademas vamos a ir por más demandas pero jamás con la derecha. Sabemos y somos conscientes de que la brecha que existe entre los que ganan poco que son la enorme mayoría y los pocos que ganan mucho en una brecha muy considerable y da un margen de desigualdad que no nos conforma. Pero para poder llegar a ese objetivo de igualdad creemos que lo podemos lograr en la continuidad del proyecto del Frente Grande y no en el de la derecha.