La CTA, a través del director del Departamento Jurídico Horacio Meguira, participó los días 24 y 25 de julio en San Pablo, del seminario sobre el impacto de la operación cóndor en los trabajadores y sus organizaciones y evaluación de los resultados de la 103º Conferencia Internacional de Trabajo.
En Brasil se ha creado la Comisión de la memoria que tiene como finalidad la investigación de la verdad sobre lo sucedido durante el golpe militar que derrotara al presidente João Goulart en 1964. Es por ello que las centrales sindicales brasileñas en unidad de acción, se han sumado para investigar el plan Cóndor en colaboración con las centrales sindicales del cono Sur (CUT de Chile, PIT CNT de Uruguay y CTA de Argentina).
La intervención de Rosa Cardoso, integrante de la Comisión Nacional de la Verdad, describió claramente que la denominada dicta-blanda fue una imagen que los militares brasileños pretendieron dar ante la propia sociedad civil y la comunidad internacional. Consideró que fue una dictadura que reprimió fundamentalmente los sectores políticos y de los trabajadores que se organizaban en los sindicatos. En aquellos momentos la central sindical mayoritaria que los agrupaba era la CGTB. Entendió que la dictadura estuvo ligada a las decisiones adoptadas por las grandes empresas brasileras y multinacionales.
Jana Silverman de AFL-CIO y Centro de solidaridad, se refirió al rol de la secretaria de Estado de los EEUU fue fundamental en todos los golpes de Estado de Latinoamérica sucedidos durante las décadas del 60 y 70. La Escuela Militar de EEUU denominada «de las Américas» en Panamá fue el espacio de formación de los represores.
Por su parte Jair Krischke, abogado y presidente del Movimiento de Justicia e Direitos Humanos de Brasil en su intervención se refirió al rol de los militares brasileros no solamente en el golpe de estado de 1964 sino en la gestación del plan Cóndor. Fue, a su juicio la inteligencia del ejército que funcionaba como parte integrante de Itamarathi, (Chancillería de Brasil) quien dirigió la inteligencia en los golpes de Estado de Chile y Uruguay.
La doctrina de la «seguridad nacional» inspirada en la brutal represión del ejército Francés en Argelia, tuvo en el plan Cóndor su máxima expresión. Luz María Palmas, del Centro de Estudios Legales y Sociales (Argentina) hizo una destacada intervención sobre los juicios contra delitos de lesa humanidad. Asimismo destacó los avances que se produjeron en las investigaciones sobre la represión de los trabajadores en el proceso militar. En tal sentido destacó la instalación de Centros clandestinos en las empresas, FORD, MERCEDES BENZ, ASTARSA.,LOMA NEGRA.
Horacio Meguira relató el rol que tuvo la CTA en el espacio de Memoria, Verdad y Justicia. Especialmente se refirió a la denuncia que efectuó la Central en 1998 ante el Juez Baltasar Garzón en Madrid, sobre los delitos de lesa humanidad. Víctor de Gennaro, Marta Mafei, Víctor Mendivill, con el patroncinio de Juan Carlos Capurro y Horacio González, denunciaron que el 70% de los desaparecidos eran trabajadores y que el genocidio no solamente comprendió la violación del derecho a la vida sino que conjuntamente se anularon derechos específicos tales como el derecho de huelga, de la negociación colectiva, la prescindibilidad de los empleados públicos.
Destacó que el testimonio de Ricardo Peidro en la causa «PLAN CONDOR» fue importante al momento de probar que en las cárceles clandestinas argentinas se secuestraba compañeros uruguayos y de otras nacionalidades.
Asimismo destacó que en la causa de Olavarria por desaparición del abogado laboralista Carlos Alberto Moreno, la empresa de Amalia Fortabat, dueña de Loma Negra fue quien instó a las fuerzas represoras por la defensa de los trabajadores de dicha empresa y porque su estudio era el lugar de reunión de las comisiones internas que actuaban en la clandestinidad.
Tanto en las empresas públicas como en las privadas, los gerentes de Personal debían indicar a los jefes militares zonales las personas que pudieran ser entendidas como subversivas.
Fue la clase trabajadora y sus representes en los lugares de trabajo los que sufrieron la represión y fueron las patronales quienes indicaban a las fuerzas represoras los «elementos subversivos» a quienes debía dirigir sus acciones represivas.
En el cierre Joao Felicio, Presiente de la CSI, hizo una breve historia de la represión en Brasil y en Latinoamérica y destacó que deben reproducirse las comisiones de la Verdad en toda América. “La forma de no permitir una regresión y que las democracias de América latina puedan permanecer en el tiempo debe estar en la conciencia de los pueblos. Los trabajadores del mundo debemos entender que la paz y la democracia son valores de nuestra clase imprescindibles para la defensa de sus conquistas”.
Durante el día 24 se efectúo una evaluación de la profunda crisis que vivió la OIT durante la 103º reunión de la Conferencia en Junio pasado. En tal sentido Horacio Meguira en nombre de la Secretaria de Relaciones Internacionales, que preside Adolfo (Fito) Aguirre, compartió una mesa junto a Víctor Baez, Secretario General de la Confederación Sindical de Trabajadores de las Américas Antonio Lisboa Amancio do Vale, secretario de relaciones internacionales de la CUT, Báez resumió en su intervención que los empresarios han declarado la guerra y pretenden la destrucción del sistema de control de la OIT, en tal sentido anunció un conjunto de medidas para prepararnos para participar en la reunión regional de la OIT que se llevará a cabo en Octubre en la ciudad de Lima.
También se anunció que la CSA-CSI patrocinarán al Tribunal de Libertad Sindical (TILS) que se constituirá en Asunción del Paraguay los días 22, 23 y 24 en el marco del Congreso de la CUT Auténtica del día 24.
Horacio Meguira fue el encargado de detallar el devenir de la crisis y cuales son las estrategias del Grupo de empleadores al respecto. «Quieren revertir el orden publico internacional e imponer las reglas del mercado. Si hasta la 103 conferencia prepararon las condiciones para eliminar todo tipo de norma regulatoria, la actitud adoptada tiende a la destrucción de todo sistema de control».
Antonio Lisboa cerró la mesa de debate invitando a apoyar la gestión de Joa Felicio en la presidencia de la CSI. Destacó la responsabilidad de revertir la relación de fuerzas en acciones concretas. También cabe destacarlas intervenciones de Ruth Coello Monteiro, del Foro Sindical sobre el Protocolo de trabajo forzoso.
Isamar Escalona de la CSA hizo un minucioso detalle sobre los avances logrados por el Grupo de Trabajadores en la comisión donde se discutió el tema de la informalidad. Al respecto destacó que para la 104º reunión se espera acordar una Recomendación. La estrategia de los empleadores consiste en transferir a los gobiernos las consecuencias de la informalidad. Pretenden que la informalidad sea parte de las relaciones laborales y por intermedio de la Seguridad Social los Estados se hagan cargo de las responsabilidades que son inherentes a su condición de propietarios.